La señora C. se presentó pidiendo la interpretación de un sueño hecho algunos
años atrás y la puesta en marcha analítica del mensaje del sueño.
Ella estaba en su casa, el polvo lo invadía todo y mas que nada un tapiz beige. Había allí muchos arañas amenazantes. Una le había saltado a la cara. Luego descendía al piso inferior donde habitaban sus amigos. Allí reinaba el mismo ambiente de polvo y desorden. En los años 86, el doctor Roland Cahen, algunos días después de su sueño le había dicho: "Debo hacer la limpieza a su alrededor, en torno suyo." Al día siguiente, ella se encontró en la casa de campo de algunos de sus amigos que deseaban desembarazarse de viejas máquinas ya inútiles y que ocupaban espacio y creaban desorden. *** Cerca de allí en Maurepas, había una usina de transformación de basuras y deshechos. Allí fueron entonces a dejar sus viejas máquinas. Ella se sintió confusa viendo caer en un inmenso y profundo agujero rectangular todo tipo de objetos: ropas, trajes, juguetes. De pronto, su atención fue retenida por un autito de madera que no terminaba de caer. Ella se aproximó y lo empujó descubriendo de pronto y demasiado tarde que se trataba de un objeto idéntico a aquel con el cual jugara ella de pequeña. ¡Demasiado tarde, lamentablemente para retenerlo! De pronto una fuerte emoción la invadió viendo deslizarse hacía las basuras acumuladas un inmenso aparato en hierro que cual una enorme araña cerraba sus patas sobre los objetos heteróclitos acumulados para conducirlos a la planta de transformación. *** Impresionada por la sincronicidad araña del sueño que le salta a la cara y araña de hierro vino a verme para según ella hacer la limpieza de su entorno. *** Evidentemente, la relación con su madre había sido buena, pero catastrófica. Su madre había sido débil, sin carácter, sin deseo, sin amor. Una mujer extraña y silenciosa, pero no melancólica. Como hija única, ella se había vivido como impotente para comunicar con esa madre muy linda, pero distante e incapaz de manifestar su amor. Ella solo pudo contemplarla. Se convirtió en una niña triste, replegada sobre si misma, tratando de satisfacer los deseos de los otros. Nunca se sintió querida. Ella reconoce hoy no haber elegido nunca. ¿Su vida? Un juego de roles. ¿Su única existencia real? La maternidad. ¿Sus parejas? Fracasos repetidos con hombres que la habían hecho soñar un instante conduciéndola luego por caminos de manipulación perversa. Dos grandes amores de juventud. Ella admiraba los mentirosos, capaces de contarle historias. Ella vivió por procuración con hombres capaces de ser perversos, mientras que ella se retiraba progresivamente de la escena hasta desaparecer. ¿Su preocupación? No parecerse a su madre. Pero el enemigo estaba allí, en su identificación inconsciente a no ser la otra. Entonces ya no tuvo más espacio. *** ¿Por dónde podríamos comenzar la limpieza? Yo pregunto: "¿Quién es usted?" Pregunta muy amplia, lo reconozco, pero bien necesaria en los casos en los cuales la autoestima es una tema que no se puede abordar directamente. Ella responde: "Nada, una creación" -"¿De quién?" -"No lo se" -"¿De que desearía desembarazarse ya para comenzar la limpieza?" -"No se, de todo, de todos. Tengo miedo de carecer" -"¿De qué?" -"De dinero. Hace dos años cuando mi tercer marido me abandonó vi en una estación de subterráneo, a la noche. Yo iba todas las noches a la casa de alguien para no estar sola. Una mujer bien vestida y linda todavía rodeada de bolsas plásticas llenas y características de los vagabundos que no tienen techo. Me hizo pensar en mi, algún día, en un futuro" *** Después que murió su abuelo, a los cuatro años apareció para ella y definitivamente la soledad. "Mi madre se volvió sorda a la muerte de su padre. Pero tal vez ella no era sorda. Comienzo a desconfiar de las apariencias, pero ahora es demasiado tarde. En todo caso, vivo encerrada en una burbuja de límites rígidos. Los sucesos exteriores llegan difícilmente a hacer eco en mi soledad, además detesto todo, todo. Tal vez debo decirle que hice la limpieza de todo hombre en torno mío, porque los hombres son nada, menos que nada. Pero, por otra parte, tengo necesidad de compañía. Tengo miedo. Noche tras noche, vuelvo a vivir el infierno de mi infancia. Yo lo decía a mis amigas. No se a cuáles, porque no las recuerdo no guarde ninguna relación que yo no tenía ni siquiera el derecho de ser protagonista de mi dolor. Yo les decía que mi madre repetía a sus amigas ella hablaba mucho por TE. Pobre de mi que mi hija está enferma. Creo que debo limpiar mi pasado, porque así no tengo ni presente, ni futuro." *** ¿Que autoestima podría tener ella ante tal complejidad? *** Ella estaba ahí transportada por sus síntomas, no importantes en apariencia, pero todos mostrando una gran fatiga de existir sin percibirse existiendo. El odio contra si mismo era importante, como también el odio que tenía por su último marido, el que la había abandonado. Esta historia era la única que contaba para ella dado que él había sido el único ser viviente en quien ella había depositado su confianza después de la muerte de su padre cuando ella tenía 34 años. Esa relación fue, sin duda, una tentativa de cura, pero su traición inimaginable la había enfermado aún más y la hundió sin piedad en su odio hacia los hombres, todos los hombres. *** No se hoy día, dónde estamos juntos haciendo la limpieza de su vida solo se que trabajamos con una disciplina feroz, dado que ambos creemos que no hay túnel sin salida. Objetivamente, ella posee muchas cualidades, pero todavía no ha podido parirse a si misma. Espero tener una vida tan larga como la de ella para acompañarla a salir del túnel, darse a luz entonces ella podrá reconocerse a si misma y acompañar el crecimiento de la niña ignorada, que todavía sufre al interior de ella y que la habita y le pide protección. *** ¿Autoestima? A veces pienso que este concepto es una utopía. Sería mejor que ella se aceptara en la realidad de su situación que hiciera lo posible con los elementos que posee. Debería entrar en el tiempo, habitar su cuerpo, y dejar de flotar entre los fantasmas idealizados de sus muertos bien queridos. *** ¿Podremos juntos hacer el duelo de ese primer nacimiento del seno maternal del que jamás salió? *** Profunda y arcaicamente ella se debate todavía en el seno materno de esa mujer que tal no supo llevarla vivirla, sentirla, acompañarla durante nuevas lunes. *** Solo tiene momentos de paz, en los aviones, entre dos destinos: la partida hacia la ilusión y el retorno hacia la repetición destructora. Siempre en ese ambiente metafórico del seno maternal con los motores ronroneando. Pero en fin: afuera está la muerte en el vacío de salir del seno materno. Pero entonces ¿que son para ella el exterior y el interior? Respondo en mi misma: "Deberían ser por ahora el aquí y el ahora enteramente vividos en el instante que hace eternidad" Reflexionando, me doy cuenta que la autoestima es una tema fundamental de las tragedias griegas.
Paris, el 3 de mayo del 2000
Y llueve, como todos los días últimamente La primavera se borra sin afirmarse ¿Cuál es el sentido de una primavera sorda Que no llega a emerger de la bruma? |
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Doctora E. Graciela PIOTON-CIMETTI
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Lo que perdí con tu muerte mamá fue la imagen de mi misma. Ella me permitió quererte. Yo era alguien, porque
vos existías cuando te fuiste. Yo perdí el amor de mi misma, mi autoestima que vos hacías posible necesitándome.
Estas son mis reflexiones sobre "nuestro duelo", si, porque te estarás acostumbrando a verme de otra manera, en todos los casos menos proyectivamente. Las noches son todavía frías. Los leños ardiendo en la chimenea me llevan a recordarte y a recordar el fuego de ese amor nuestro que se transforma en llama azul, liberada y liberadora. Yo quise tanto tu cuerpo, tu olor, la dulzura de tus manos acariciando mi pelo mamita y yo me dejo escribir mirando el fuego. Estoy sola. Los leños crepitan *** Cuántas cosas quisiera quemar esta noche: Todas las fotos. Ellas no son sino pasado. Yo quisiera quemarte a vos, mamá querida. Así serías solamente mía y nadie podría otra vez llevarte hacia los jardines del horror. *** Yo no tendría más recuerdos lacerantes. Vos no tendrías más recuerdos lacerantes. Nosotros no tendríamos más recuerdos lacerantes. *** Entonces vos serías mi calma, mi placer en los silencios donde te encontraría liberada de tu cuerpo. Ese cuerpo que yo he amado tanto. Mi primer hogar, el lugar de tu calvario Descansa querida mamá *** En la ardiente llama del hogar. El amor de Dios nos quema juntas de un fuego nuevo y por la eternidad. *** "Luego de haber hecho de mi dolor mi objeto de amor, mi objeto pulsional, comienzo a sentir que vuelven sobre mi los afectos que un día puse en vos y cuando te fuiste en mi dolor de no tenerte."
Hecho en Paris, el 4 de mayo del 2000
Serenamente libre |
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Doctora E. Graciela PIOTON-CIMETTI
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Conciencializados el ánima y el animus, y salvados los peligros de la confrontación con el alma, ascienden
del inconsciente, nuevos arquetipos que determinan en el hombre nuevos acuerdos y actitudes. El inconsciente
posee «capacidad potencial de dirección» no un propósito, pero sí un saber latente.
Dice Jung:
«Cuando la conciencia participa activamente y vive cada grado del proceso, o por lo menos lo presiente, entonces, la imagen próxima se sitúa en el grado superior obtenido de esta manera, estableciéndose así la dirección que indica un objetivo.» Indicación direccional que se establece una vez conciencializada, vencida e integrada la problemática del conflicto. Con el animus o el ánima, el inconsciente presenta nuevas figuras. Aparecen nuevas imágenes simbólicas que representan el «sí mismo», el núcleo más íntimo de la psiquis. En el caso de la mujer, aparece personificado como una figura femenina superior: sacerdotisa, hechicera, prostituta iniciadora, madre o diosa de la naturaleza. Son representaciones actualizadas de la «Gran Madre». En el caso del hombre, se presenta como iniciador y guardián un «guru» hindú, un viejo sabio, el espíritu de la naturaleza, etc. uno de nuestros pacientes soñó con un prestidigitador que era, no obstante, manco de ambos brazos y realizaba una serie de pruebas. En el proceso de individuación del hombre, es la objetivación del «principio espiritual», en la mujer es la «objetiva verdad de la naturaleza»; iluminándose en el hombre el sentido espiritual y en la mujer el material, ocultos en el propio ser por razones de sexo y naturaleza. Ya no es relacionarse con el otro sexo en la figura del animus o del ánima, sino sobre la base de nuestro propio ser. Para el hombre, lo masculino; para la mujer, lo femenino, hasta llegar a la imagen primitiva libre, según la cual fue formado. Simplificando, el hombre se espiritualiza hecho materia principio espiritual, antigua sabiduría; y la mujer deviene materia espiritualizada. Ambos tienen, desde los tiempos primitivos, gran variedad de manifestaciones «numinosas» u «oscuras»: entre las primeras, hechiceros, magos, caudillos, etc.; entre los segundos, la madre, la iglesia, la diosa de la fecundidad, etc. Estas figuras arquetípicas del inconsciente son denominadas, por Jung, «personalidades maná». El encuentro del hombre con estos arquetipos entraña un grave peligro: que se identifique con estas imágenes luminosas y que éstas por mala diferenciación y concientización lo posean, convirtiéndolo en un delirante. Caso de Nietzsche con Zaratustra. Dice Jacobi: "Se llama «maná» a lo dotado de una acción extraordinaria. Poseerlo significa una acción sobre los demás, pero encierra el peligro de que el poseedor de «maná» se torne presuntuoso y dominador." La concientización de estos arquetipos, determina la primera percepción de la individualidad. Dice Jung:
«La concientización de otros contenidos arquetípicos de la personalidad humana, significa para el hombre una segunda y verdadera emancipación del padre y para la mujer de la madre.» Las fuerzas activadas en el hombre por el conocimiento se hallan, entonces, a su disposición porque se han diferenciado. La formación de la personalidad, el fluir inconsciente en la conciencia y la disminución de la fuerza conductora de ésta han determinado un estado de alteración, de desequilibrio con miras a un nuevo equilibrio más satisfactorio, donde habrán desaparecido las inhibiciones. Este equilibrio lo ha creado el inconsciente usando de su actividad instintiva y autónoma. Llegamos al «sí mismo», al «selbst» como prefiere denominarlo Jung. Se ha vencido la psiquis colectiva y ambos procesos psíquicos consciente e inconsciente confrontados y unidos en un punto común, como resultado de dicha confrontación, determinan el final del camino. Integrado el «selbst», punto de unión de los opuestos, el hombre está «completo», deviene una «enteridad». En este punto, consecutivamente, la concepción de la vida aparece como transformada, modificada por la traslación del centro psíquico antiguo. Es preciso, por fin, articular el proceso con la conciencia, tratando de comprenderlo, vivenciarlo y sobre todo de mantenerlo. Integración no significa indiferencia, ni liberación de los pesares, sólo vivir lo real, poseer mayor claridad para comprender objetivamente, despojarse de la autoconmiseración, enfrentarse a los hechos subjetivos y objetivos con sensibilidad proporcionada, reconocer los defectos propios y ajenos, dar a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar, y vivir apreciando lo claro y lo oscuro, lo útil y lo inútil. Los conflictos son parte de la vida donde el hombre huya de ellos, donde se niegue a enfrentarlos, el fantasma de la enfermedad psíquica está próximo. Dice Jung:
«La contención corresponde a una decisión moral, en tanto que la represión es una tendencia francamente inmoral a deshacerse de las realidades desagradables. Dice Jung:
«El "yo" individualizado se percibe a "sí mismo", como objeto superior y desconocido. Estimamos, por nuestra parte, que estos casos son la mayoría. Sólo se precisa contemplarse y contemplar a quienes nos rodean. Este símil está expresado en la idea cristiana del bautismo. Por obra de este sacramento se extrae al hombre de su identidad arcaica en el mundo convirtiéndolo en un hombre superior, espiritual, con un fin determinado. La individuación extrae al hombre del contexto arcaico elevándolo a la superación de sus límites espirituales. La imagen arquetípica del «selbst» es expresada por los llamados «símbolos de conjunción». Dichos símbolos y arquetipos son portadores de la función trascendente. El símbolo de conjunción aparece cuando lo intrapsíquico en el curso de la evolución espiritual es experimentado como real, efectivo y psicológicamente, con carácter de realidad, análoga a la del mundo exterior. Al presentarse el símbolo, en cualquiera de sus formas, queda establecido el equilibrio. Una representación simbólica frecuente que se remonta al paleolítico y es profundamente conocida en Oriente son los «mandalas» que quiere decir círculo mágico. No es necesario que sean redondos aunque éstos son los más comunes sino que estén simétricamente reunidos con respecto a un centro. Los mandalas son símbolos religiosos muy antiguos. En el yoga tántrico, se utilizan los mandalas como instrumentos de contemplación. Para que sea válido un mandala, como símbolo del «selbst», debe ser simétrico y esto es muy importante. Son productos espontáneamente producidos, sin modelos, ni influencia alguna. La finalidad de los mandalas es reunir colores y formas en una unidad orgánica equilibrada. Los mandalas pueden presentarse en cualquier grado de la evolución psíquica del individuo. Dice Jung:
«En el sentido de la tendencia a la autorrealización psíquica se producen siempre que son requeridos por un desorden, como factores compensatorios y son en su estructura matemática, la contrafigura de la protoordenación de la psiquis total.» Quiere decir, entonces, que sus figuras no solo expresan orden, sino, también, que lo producen. La contemplación meditativa del mandala en Oriente tiene, por finalidad, la implantación del orden psíquico en quien medita. Los mandalas orientales simbolizan el «tao», el sendero, camino central. Dicho «tao» es, para el occidental, la conciliación de los opuestos, consciente e inconsciente. La imagen se configura en torno al centro y tiene como fin evitar el desbordamiento de la personalidad hacia lo externo. El mandala se forma en torno del centro mandálico: la «flor de oro», a fin de evitar que el interés sea atraído por lo externo. El movimiento circular simboliza segregación de contenidos, por una parte y por otra, fijación y concentración de los mismos en el centro: los contenidos son atraídos y expelidos centrífuga y centrípetamente. Tao significa muchas cosas. Para Wilhelm: Dios, sentido, camino, método. Dice Jung:
«Si concebimos "Tao" como método o camino consciente que reúne lo separado, entonces, sin duda alguna, nos acercamos al contenido psicólogo del concepto.» Personalmente, consideramos el «selbst» como la totalidad que deviene de la síntesis determinada por la transposición de los contenidos en el proceso dialéctico entre consciente e inconsciente. Agregamos, al final, tres esquemas mandálicos producidos entre nuestros pacientes, de los cuales uno fue dibujado por él mismo y los otros fueron dibujados por un dibujante, bajo las indicaciones de los pacientes. La totalidad o unión de los opuestos se halla simbolizada en las imágenes representativas de la «conjunctio» o por el hermafrodita. A propósito, insiste Jung, con toda justeza, que la Androginea de Cristo es la «única» concesión del cristianismo al problema de los opuestos. En Psicología y alquimia, él afirma:
«Lo que podemos, hoy, convenir acerca del símbolo mandálico es que representa un hecho psíquico autónomo, caracterizado por una fenomenología siempre repetida y universalmente idéntica. Parece una especie de núcleo atómico, sobre cuya estructura más intima y última significación, nada sabemos.» Jung caracteriza al centro como «selbst» después de haber pesado cuidadosamente los datos empíricos y los históricos. Propone dos interpretaciones sobre su significado, obtenidas de especulaciones, a fin de no evadirse de los límites empíricos, sin pronunciarse por ninguna de ellas, ni expresar a cual de las dos considera más probable. La primera, materialista, afirmaría que el centro no es otra cosa que el punto donde la psiquis se hace incognoscible, porque allí se funden el cuerpo y la psiquis; la segunda, espiritualista, afirmaría que el «selbst» no es otra cosa que el espíritu que vivifica al alma y el cuerpo, irrumpiendo en el tiempo y en el espacio, en ese punto creados. Dice Jung:
«Las imágenes de meta que poseen validez dogmática, que se presentan a la conciencia y así muestran al inconsciente una imagen refleja en la cual, él vuelve a reconocerse y, por lo tanto, a articularse con la conciencia.» Dice del símbolo mandala que el motivo del mismo existió siempre. Concluimos de esto que se trata de un tipo existente «a priori», de un arquetipo inherente al inconsciente colectivo y que por serlo se sustrae al ciclo individual.
«Toda vida es, en última instancia, la realización de un todo, "selbst", y éste es el motivo por el cual puede caracterizarse como "individuación". El proceso de transformación en la psicología de Jung es análogo con las «iniciaciones» artificiosamente creadas en todos los tiempos, con la salvedad que en ellas, se trabajaba con símbolos tradicionales, en ésta con símbolos espontáneos. Ejemplos son las vías de iniciación religiosa como ser los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola o las formas budistas o tántricas, cada cual son su sello particular de espacio, tiempo y cultura. Jung ha investigado incansablemente descubriendo paralelos entre la alquimia y la filosofía hermética medieval. La «función trascendente» formación de símbolos es objeto fundamental de la filosofía de la Edad Media y se ha expresado en el simbolismo alquímico. Solo ocurre que, por inmadurez, no llegó a cristalizar en formulación psicológica. La alquimia se expresa como los contenidos psíquicos en lenguaje figurado, alegórico, busca el «oro», pero no el vulgar sino el «filosófico» y lo designa de infinitos modos: elixir de vida, tintura roja, piedra filosofal, etc. Oriente, por su parte, también lo busca, denominando el objeto de su búsqueda como «cuerpo de diamante», «flor de oro», etc. El oro parece ser colectivamente la imagen del espíritu preso en las tinieblas. De la masa confusa, primitiva, materia del proceso alquimista, surge por diversos caminos división, destilación, combinación, etc. la resurrección del cuerpo. Porque la alquimia es, en realidad, la reedición medieval de la gnosis, conjunto de herejías cristianas que florecieron durante la era patrística. Para la gnosis, en cualquiera de sus distintas variedades, el hombre es una partícula de luz eterna, sumergida en las sombras de la materia. Luego debe ser redimido. El cristianismo aplaca las necesidades, redimiéndolas por la fe. La alquimia buscaba, también, la redención despertando el alma universal que, a su parecer, dormía en la materia. Formas yogas procuran la liberación del alma en el «nirvana» libre de contrarios, no como la alquimia por procesos químicos, sino mediante ejercicios físicos y psíquicos.
«Desde el punto de vista psicológico, la imagen de Dios es un complejo de representaciones de naturaleza arquetípica y representa cierta cantidad de libido proyectada.» La imagen paterna ha sido el factor configurador de las principales religiones existentes: padre terrible, Antiguo Testamento, padre amante, Nuevo Testamento. La imagen materna y las representaciones animales o teriomórficas han sido, también, factores de configuración. Los grados del Yoga están determinados y exigen fuerza y concentración psíquica. El último grado supone al hombre liberado de los objetos y corresponde al nacimiento de Buda: símbolo de existencia espiritual eterna. Dice Jung, en El secreto de la flor de oro, que su psicología es experimentable, real, comprensible y realidad del todo presentido y por ello realidad viviente. Esta aventura espiritual de la búsqueda del «sí mismo» es uno de los objetivos de los yoguis, en busca de la liberación. Es extraordinariamente difícil o imposible para un occidental utilizar estos métodos que exigen el apartarse de la vida. Además, dejar a un lado las conquistas científicas de Occidente, equivale, para nosotros, conforme, dice Jung, a aserrar la rama donde se está posado. El mismo Jung ha descripto un método, para occidentales, para tratar de alcanzar el propio centro interior y establecer contacto con el misterio vivo del inconsciente, por si mismo y sin ayuda de nadie. En realidad, fue el utilizado por el propio Jung, porque éste, conforme dice muy atinadamente Sarró, fue la "edición príncipe" de sus estudios psicológicos. Exige dedicar al «sí mismo» una constante atención diaria, sin dejar de lado las obligaciones cotidianas. Es como procurar vivir en dos niveles distintos. Efectuar sus tareas diarias, pero permaneciendo al acecho de los indicios, sueños y sucesos exteriores principio de sincronicidad, para simbolizar sus intenciones y la dirección en que se mueve en el curso de la vida. Lo llama "atención activa". Llegado el momento, hay que dejar hablar al inconsciente sin temor a sus consecuencias.
«Hay dos razones principales por las que el hombre pierde contacto con el centro regulador de su alma. Una de ellas es que cierta tendencia instintiva única o imagen emotiva puede llevarle a una unilateralidad que le hace perder su equilibrio. Esto ocurre a los animales. Por ejemplo, un ciervo sexualmente excitado olvidará completamente el hambre y la seguridad. Esta unilateralidad y consecuente pérdida del equilibrio era muy temida por los pueblos primitivos que la llamaban "perdida del alma". Otra amenaza procede del exceso de soñar despierto que, en forma secreta, generalmente gira en torno a determinados complejos. De hecho, el soñar despierto surge, precisamente, porque pone en contacto a una persona con sus complejos; al mismo tiempo, amenaza la concentración y continuidad de su conciencia. Desde luego la aproximación al «sí mismo» no carece de inconvenientes y puede aparentar llevar consigo una carga muy pesada. A los pacientes que necesita esta aproximación, les expresamos con toda claridad, que se trata de una labor difícil, cara y prolongada, cuyos resultados son inciertos por mucho tiempo. Además, que al contrario de una intervención quirúrgica donde solo prestarían su cuerpo, para que los cirujanos en el quirófano, efectuaran solos y con una mínima o ninguna intervención de su parte la operación prevista, aquí, debe él participar con toda su alma en la labor que será principalmente la suya. El analista actuará solo como un guía y únicamente en los momentos de las crisis, cuando, por lo general, se producen las simbolizaciones, lo ayudará a transportar su cruz, como el Cireneo lo hizo con Cristo.
«San Cristóbal, el patrono de los viajeros, es un símbolo apropiado de esa experiencia. Según la leyenda, sentía un orgullo por su tremenda fuerza física y sólo estaba dispuesto a servir al más fuerte. Primero sirvió a un rey; pero cuando vió que este rey temía al demonio, le abandonó y se hizo criado del demonio. Entonces, descubrió un día que el demonio le temía al crucifijo y, de ese modo, decidió servir a Cristo si podía encontrarlo. Siguió el consejo de un sacerdote quien le dijo que esperara a Cristo en un vado. En los años siguientes, cruzó a mucha gente de una orilla a otra. Pero, una vez, en una noche oscura y tormentosa, un niñito le llamó diciéndole que quería que le cruzara el río. Con gran facilidad, cogió al niño y se lo puso en los hombres. Anduvo más despacio a cada paso, porque esa carga se hacía más y más pesada. Cuando llegó a la mitad del río, sintió "como si transportara a todo el universo". Se dió cuenta que llevaba a Cristo sobre sus hombros y Cristo le perdonó sus pecados y le dió vida eterna. Este niño milagroso es un símbolo del "sí mismo" que, literalmente, "deprime" al ser humano corriente, aún cuando es la única cosa que puede redimirle.» El «sí mismo» posee una característica social, mostrando tendencia a producir pequeños grupos de cinco a diez personas, creando entre ellas lazos sentimentales netamente definidos y sentimientos de relación con toda la gente. Se puede tener la seguridad de que en estos pequeños grupos no habrá infidencias, ni traiciones, ni envidia, ni celos y que todas las fuerzas de las proyecciones negativas no romperán el grupo. A esto se llega, después de una etapa de individualidad y soledad. Es lo que observara Toynbee historiador inglés tan influído por las ideas junguianas en todos los grandes de la historia que luego influyeron en la evolución de la misma. Denominó este hecho como "retiro y regreso." |
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Doctora E. Graciela PIOTON-CIMETTI
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De las cualidades metafísicas, parece ser que la intuición ocupa el lugar más importante, ya sea por aceptación popular o por cantidad de manifestaciones en el común de las personas.
Lo interesante es que es una cualidad que va más allá de lo físico, más allá de lo tridimensional de la física euclidiana, y sin embargo se habla de ella como de algo que puede manifestarse dentro de ese terreno. Específicamente se le da el mismo estamento que se le puede dar a una emoción, o a una percepción de los sentidos, y se le suele atribuir su producción a un "sexto sentido", un tanto indefinido, y sin órgano productor, por lo menos en lo que concierne a lo detectado por la ciencia actual. Su característica más sobresaliente tal vez sea que no solo puede discernir lo que ya pasó y no se sabe, sino también lo que todavía no aconteció. También es considerable el hecho de que no utiliza la lógica para sus logros, y suele decirse que tampoco es necesario ningún procesamiento cerebral para que se manifieste. Si tenemos en cuenta que la sabiduría popular coloca los sentimientos en el corazón (simbólica o realmente) podríamos también percatarnos que la intuición tiene semejantes procedencias (una corazonada). Para los que solemos manejar algunas ideas de la psicología, podríamos decir que se parece al insight, o tal vez este concepto englobe a la intuición además de otros fenómenos lógicos. Creída después de manifestada o no, algunos obedecen los designios que parece encerrar y otros, molestos por no considerarlo un hecho lógico, la niegan y olvidan. Algunas veces la intensidad, y realismo de su manifestación deja perplejo al sujeto, y se ve "obligado" a obedecerla. Se la tenga en cuenta o no, es difícil comprobar su certeza de predictibilidad, aunque se escucha frecuentemente que su ayuda fue real. Armado a posteriori, la conveniencia de haber sido fiel a sus designios o no, hay casos que creo que todos podemos comprobar en nuestra vida o en la de nuestros semejantes, como hechos que significaron una gran ventaja para el que aceptó el mensaje, e incluso se dan como prueba casos en que se evitaron tragedias, y son difíciles de negar. Es un fenómeno interesante que despierta en mucha gente reacciones encontradas, algunas veces asombra y otras se toma como algo normal. En mi opinión personal, creo que sea por enigmática o bien por ser de difícil estudio y comprobación, lo mejor es aceptar su existencia como quien acepta, o se maravilla, o contempla el arte. Considerar la intuición como algo relacionado con una naturaleza sutil y delicada, demasiado frágil como para que la torpe mano del hombre desmenuce e investigue y llegue a conclusiones que a pocos pueda interesar me parece más interesante. ¿A alguien le importa mucho que un científico descubra que lo que nos hace disfrutar del arte dependa de una hormona y algún contacto sináptico? Si tenemos en cuenta que desde que la humanidad tiene memoria, muchos hechos y cosas no tenían explicación alguna, y casi todo formaba parte de creencias de diversos tipos y ninguna certeza, es aceptable que en nuestro actual mundo moderno, queden todavía algunos misterios, enigmas, y cosas de las cuales cada individuo que pisa la tierra (o el cemento) pueda tener su particular opinión y creencia, con posibilidades de ser tenidas en cuentas y no refutadas por ninguna opinión "científica". Considero que nuestra "alma" gana terreno en aquellos temas que no son toqueteados por la mente inquisidora humana, y en el tema de la intuición tenemos todavía un baluarte de esperanza como para pensar que algo más puede haber aparte del feroz materialismo, algo que desde hace milenios todas las culturas tuvieron como guía y respetaron, que dio sentido a muchas vidas, y está relacionado con la esperanza que tal vez tengamos, todos los humanos, algo llamado alma, espíritu o algún nombre semejante . |
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Licenciado Alejandro Giosa
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Muchas veces pretendemos que las palabras lo hagan todo y puedan ellas por sí solo ser
mágicas. Es bien cierto que en ellas podemos encontrar momentos de extraordinaria alegría, y a veces
angustia. Pero tratar de explicar con palabras los estados que en nosotros logran, puede ser tarea infructuosa.
¿Cómo explicar la alegría, o la angustia? Con conceptos que definen emociones, y algunos otros relacionados como por ejemplo "paz" pasa algo parecido. Es cierto que contamos con algunos artilugios, por medio de los cuales podemos dar a entender lo que deseamos. Si te hablo de una agradable tarde templada en el mar, en la playa, con una suave brizna fresca y el sol radiante calentando levemente nuestro cuerpo; una visión espectacular de las olas rompiendo suavemente la blanca arena suave, escuchando su susurro y el canto de los pájaros, mientras estás tranquilo de saber que no tienes ocupaciones en mente, y por la noche solo te espera una agradable velada con personas agradables y una exquisita comida, seguramente estarás de acuerdo conmigo de que hablamos probablemente de un estado en el cual es propicio que se manifieste una cierta sensación de alegría y paz. De cualquier modo como siempre pasa con las palabras, algo puede tener varios significados para contextos diferentes. Y así es como para algunos la paz interior es un estado como el que acabé de describir, y para otros, con connotaciones un poco más religiosas, puede ser algo más cercano a la sensación que provocaría llevar una vida acorde a normas morales, y creer ser bien vistos por algún buen dios que los mira, la sociedad, por su jefe o quien sea. Lo que pueden tener en común todas estas formas de vivir la paz, puede ser que se refieran a que haciendo una focalización en algún aspecto específico no existe conflicto, no existe guerra, que concentrándonos en ese tema en particular nos sentimos bien. Ahora, cuanto más restrinjamos el aspecto en el que decimos que tenemos paz, (por ejemplo que gozamos de paz interior o tranquilidad de conciencia en lo que respecta a lo familiar, o lo laboral u otro aspecto), corremos el riesgo de relativizar excesivamente esa "paz" y que el resto de nuestra vida sea bastante conflictiva. Por eso creo que la paz interior a la que a veces se refieren los religiosos tal vez sea más amplia y abarcativa que la que decimos de gozar los que disfrutamos de una tarde en la playa con paz o tranquilidad. De hecho todas valen, y nos hacen bien, y también debe ser una intención de todos nosotros que esa paz interior se extienda a todos los ámbitos de nuestras vidas, pero ¿es posible lograrlo? ¿No es tarea solo de los santos?. Cuando me hablan de paz interior me vienen a la mente imágenes y sensaciones, específicas que tal vez por breves momentos alguna vez vivencié. No sé hasta donde es algo privativo de mi psiquismo el relacionar paz interior con situaciones exteriores, a las que atribuyo su logro o que de alguna manera están inextricablemente engarzadas. No sé si siempre es así, pero desde un paisaje maravilloso o un contexto de vida apacible (o tal vez las dos cosas al mismo tiempo) es de donde parten esas sensaciones de paz que alguna vez pasaron por mi vida. Siempre se suele decir que no importa lo de afuera, que lo que es fundamental es como nos sentimos interiormente. No creo que sea así. Creo que un buen paseo muchas veces provoca esa re-creación que necesitamos para dejar crecer desde nuestro interior esos estados de libertad, y tranquilidad que añoramos. Lo lamentable es que cuando estamos muy acelerados, nos parece que tomarnos ese recreo puede ser trágico para nuestras actividades y así es como seguimos en la lucha, nos estresamos, y luego lamentamos nuestro estado de salud. El engranaje sigue girando sin detenerse y sin detenernos. La imagen de una máquina produciendo incansablemente representa la actividad de nuestras vidas. Y sabemos muy bien que hay que parar esa máquina para hacer los ajustes que prolonguen su funcionamiento. También nosotros tenemos que parar. Es mi opinión que cuando deseamos cosas que son difíciles de lograr o no sabemos como hacerlo, lo mejor es hacer algo diferente a lo acostumbrado. Y si eso es un paso sencillo y fácilmente realizable que nos vincule aunque sea mínimamente con el logro que deseamos obtener, mucho mejor. Es más, debemos buscar algo sencillo y que creamos capaces de realizar. Puede ser tan fácil como salir a dar una vuelta al barrio, pararse a hablar con alguien, o comerse un helado. Siempre que sea algo diferente a lo que acostumbramos a hacer. Ése es un comienzo para enganchar otras actividades que nos permitan vivenciar como algo nuevo lo que hacemos, algo diferente, que nos permita tener nuevas sensaciones, que nos mantenga alertas de lo que vendrá después. Bastante aburrida suele ser nuestras vidas cuando sabemos qué cosa viene después de otra durante todo el día. ¿Y cómo podemos llegar a la paz desde esas pequeñas "locuras" poco cotidianas que hacemos? Diría que la paz es una sabia mezcla de romper con alguna rutina, saber que somos capaces de hacer algo diferente por nosotros, lograr estar en el aquí y ahora, (y no preocupado en el futuro o el pasado), y algunos otros ingredientes personales que condimentan el momento vivido. Tal vez sea demasiado optimista, pero creo que si logramos sacar a nuestra mente de su tiranía por un rato, y logramos dejar que nuestra esencia humana se manifieste, ésta naturalmente tiende a la paz y la armonía. Soy de pensar que tenemos muchas virtudes ocultas por nuestras preocupaciones diarias. Si tendemos a darnos "sorpresas" es decir "encontrar la punta del ovillo" y tirar de él con la intención de ver qué de nuevo aparece, qué de diferente hay en el mundo, es un buen punto de partida para incentivarnos en buscar esos estados internos que deseamos y las mayoría de las veces no logramos por las ocupaciones rutinarias que nos lo impiden. Ésta considero que puede ser una forma, y solo una entre muchas que pueden dar algún resultado a los complicados seres citadinos que somos, sin necesidad de dejar todo para encerrarnos en algún retiro espiritual de años, ni recurrir a técnicas que tal vez haya pero que son difíciles de aplicar en nuestra realidad cotidiana. Considero que podemos diferir en la forma de definir lo que es la paz, y bien cada ser humano sobre la faz de la tierra puede llegar a tener una concepción particular y válida de lo que representa para él. En el mismo tenor, cada uno seguramente tendrá una forma que le es más armónica de acuerdo a su constitución psíquica para lograrlo. Creo que sería un logro interesante si éste escrito logra recordar a alguna alma perdida, que existe algo que es digno de alcanzar como es esta sensación de la que hablamos, cada uno a su forma, y motive a empezar a hacer cosas, aunque sean pequeñas, para lograrlo. Si hubiera aunque sea un puñado de personas en el mundo, que desarrollen esta cualidad, estoy convencido de que la mejoría podría notarse, en forma contundente en todo el entorno de esa gente. Es más, creo que podría "contagiarse" en muchos de nosotros, y al igual que los estados de morbosidad, se difuminan por el mundo, la paz interior podría ser la meta a la que muchos aspiren, más todavía que el dinero, ya que de hecho en muchos casos provoca un mejor pasar por este mundo. Estoy seguro que cada vez son más las personas que de esto se están dando cuenta, y tiene además una virtud importante y es que no hace falta dinero para lograrlo: es gratis |
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Licenciado Alejandro Giosa
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Su principal promotor es la GINA (Iniciativa Global para el Asma). La GINA es un proyecto de colaboración entre la Organización Mundial de la Salud (OMS-WHO) y el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH). Cuenta además con la participación de un extenso grupo de organismos e instituciones nacionales e internacionales. El lema de este segundo día mundial (el primero se celebró en diciembre de 1998) es "Dejen que cada persona respire" (let every person breathe). Este slogan intenta expresar la creencia de que las personas con asma de todo el mundo tienen derecho a un diagnóstico a tiempo, un adecuado tratamiento y una educación que le ayude al autocontrol de su enfermedad. Los objetivos
Estrategias El Dia Mundial del Asma, anima a cuantas organizaciones deseen apoyar esta iniciativa, al igual que ocurrió en 1998, año en el que participaron más de 35 países de todo el mundo. Se publicará un importante documento denominado «Informe del Día Mundial del asma 2.000 sobre la igualdad del derecho a respirar (World Asthma Day 2000 report on the equal right to breathe) Contactos
123 Buckingham Palace Road, London SW1W 9SH Phone: 44-1-71-878-3000 - Fax: 44-1-71-878-3030
Mr. James Threapleton and Ms. Nik Ellis e-mail: James.Threapleton@mslpr.co.uk | Nichola.Ellis@mslpr.co.uk website de GINA: http://www.ginasthma.com/
Desarrollado por Pilar Gómez-Borrero, Alejandra Armendáriz, Alberto Muñoz y Michel Goñi. - Cuando respirar empieza a ser un problema mundial. - Asma infantil, un proceso con alarmante incremento. - El mecanismo inmunoalérgico determina la clasificación del asma. - Aún no se conocen todos los genes implicados en el desarrollo del asma. - Leucotrienos: una nueva esperanza para los asmáticos. - La historia clínica es la pieza clave en el diagnóstico. http://diariomedico.com/grandeshist/asma/home.html |
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Health I. G. News
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Ella tenía seis años cuando la vi por primera vez en aquella playa cercana a donde vivía. Suelo manejar hasta esa playa, unas tres o cuatro millas, cada que vez que siento que el mundo me agolpa. ... Ella estaba construyendo un castillo de arena o algo así, cuando miró hacia arriba, con sus ojos azules, tan azules como el mar.
- "Hola" - me dijo. Le respondí con un gesto, sin muchas ganas de preocuparme por una niña pequeña. - "Estoy construyendo"- dijo ella. - "Ya veo. ¿Pero y qué es?"- le dije, sin darle mucha importancia. - "No lo sé, pero me gusta sentir la arena". - "Eso suena fantástico", pensé, y me quité los zapatos, cuando de pronto, un Andarríos pasó volando. - "¡La felicidad!", dijo la niña. -"¿Que es ... qué? " -"¡Es la felicidad! Mi mami dice que los pájaros marrones -Andarríos- vienen para traernos felicidad". El ave se fue delizándose suavemente por la playa. "Hasta luego felicidad", murmuré interiormente, "hola dolor", me dije y me volteé y seguí caminando. Estaba deprimida, mi vida estaba completamente fuera de control... Pero ella no se rendiría... -"¿Cómo se llama?", me dijo. -"Ruth", le respondí. "Me llamo Ruth Peterson". -"Yo soy Wendy ... y tengo seis años". -"Hola Wendy", le dije. Y con su risa de niña me dijo "¡qué graciosa es!". En lugar de seguir triste, también me sonreí y seguí caminando... Su risita musical me acompañó... -"Venga otra vez Sra. P.", me dijo, "y tendremos otro día feliz". Los siguientes días, son otra historia: un grupo de revoltosos Niños Exploradores, reuniones de la Asociación de Padres de Familia, mi madre enferma... El sol brillaba una mañana, en que decidí sacar mis manos del agua sucia de los platos... -"Necesito un pájaro marrón", me dije a mí misma, y cogí un saco. El bálsamo siempre cambiante de las olas del mar me esparaba ... Caminé a trancazos, a pesar de la brisa fría, tratando de recapturar la serenidad que tanto necesitaba... Había olvidado a la niña, y me sobresalté cuando ella apareció. - "Hola, Sra. P.", me dijo. "¿Quiere jugar?" - ¿Qué tienes en mente?, le pregunté, con un tono de enojo. - "No lo sé, Ud. diga qué". - ¿Qué tal unas "charadas"?, le pregunté sarcásticamente. Su cantarina risa regresó otra vez, diciéndome : "¡No sé qué es eso!" -"Entonces, sólo caminemos", le dije. Mirándola me di cuenta de la delicada palidez de su rostro. -¿Dónde vives?, le dije. - "Por allá", dijo, y señaló hacia una fila de cabañas de verano, algo extraño para ser invierno. - "¿A qué escuela vas?" - "No voy a la escuela. Mi mami dice que estamos de vacaciones", y siguió con su conversación de niña mientras nos paseábamos por la playa, pero mi cabeza estaba en otro sitio. Cuando me iba a casa, Wendy dijo que había sido un lindo día. Sintiéndome sorprendentemente mejor, le sonreí coincidiendo con ella... Tres semanas después, corrí a mi playa casi presa de un estado de pánico. Ni siquiera estaba de humor para saludar a Wendy. Creí ver a su madre en el portal de su cabaña, y me sentí casi pidiéndole que mantuviera a su hija ahí. - "Mira, si no te importa", le dije rápidamente cuando Wendy se cruzó conmigo, "hoy preferiría estar sola". Se le veía extrañamente pálida y con mucha dificultad para respirar... - ¿Por qué?, preguntó. Me volteé y le grité - "¡Porque mi madre ha muerto!", y pensé "Dios mío, qué hago diciéndole esto a una niña?" - "Oh", dijo ella bajito, "entonces hoy no es un buen día". - "¡Así es, ni ayer ni antes de ayer ni .... oooooh, vete de aquí!" - ¿Dolió? - ¿Qué dolió?, dije exasperada con ella y conmigo, "¿cuando ella murió?", "¡por supuesto que dolió!" , le contesté toscamente, sin entender bien, y me encerré en mí misma... Me fui rápidamente... Un mes después o algo así, cuando fui otra vez a la playa, ella no estaba ahí... Me sentí culpable, avergonzada y me dije a mí misma que la extrañaba, así que después de mi caminata, fui a su cabaña, y toqué a la puerta. Me abrió la puerta una joven mujer, de cabellos color miel y rostro desencajado. -"Hola", le dije, -"Me llamo Ruth Peterson. Hoy no vi a su niña y me preguntaba dónde estaría". - "Ah, sí, Sra. Peterson, pase, por favor". "Wendy hablaba mucho de Ud. Siento mucho haberla dejado que la molestara tanto. Acepte mis disculpas, si es que ella la molestó mucho". - "No, no, por favor, ella es una niña encantadora", le dije, dándome cuenta de que en realidad era eso lo que quería decir. - ¿Dónde está? - "Wendy .... murió la semana pasada, Señora Peterson. Tenía leucemia. Tal vez no se lo dijo". ... Muda del asombro, busqué a tientas una silla, a la vez que trataba de recuperar la respiración... - "Ella amaba esta playa, así que cuando pidió que viniéramos, no pudimos decirle que no. Parecía estar mucho mejor aquí y tenía mucho de lo que ella llamaba ... sus días felices. Pero las últimas semanas, ...se fue rápidamente...", dijo su madre, quebrándosele la voz. - Dejó algo para Ud ... si tan sólo pudiera encontrarlo. ¿Podría esperar un momento mientras lo busco? Hice un gesto estúpido de aceptación, mientras mi mente buscaba algo, cualquier cosa, algo que pudiera decirle a esta amable jovencita... Me extendió un sobre garabateado con las letras "Sra. P" en negrita y con caligrafía infantil. Dentro de él, había un dibujo a crayolas: una playa amarilla, un mar azul, y un pájaro marrón. Debajo de todo eso, se leía cuidadosamente escrito: "UN PÁJARO MARRÓN PARA DARLE FELICIDAD" La cara se me llenó de lágrimas, y un corazón que prácticamente había olvidado amar, ...comenzó a abrirse ... Tomé a la mami de Wendy en mis brazos ... "cuánto lo siento, cuánto lo siento, ... cuánto lo siento", dije una y otra vez, y lloramos a mares las dos juntas... El precioso dibujito ahora está enmarcado y cuelga en mi estudio. Seis palabras, ... una por cada año de su vida ... seis palabras que me hablan de armonía, coraje y amor incondicional. Un regalo de una niña de ojos color mar azul y cabellos color arena, una niña que me enseñó y me dio un regalo de amor. NOTA: Espero que tengan suficientes pañuelos a la mano. La historia anterior es una historia de la vida real enviada por Ruth Peterson. Que sirva para recordarnos a todos nosotros que necesitamos darnos tiempo para disfrutar de la vida y de nosotros. |
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Juan Carlos LABORDE
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Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diria todo lo que pienso, pero en definitiva pensaria todo lo que digo. Daria valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiria poco, soñaria mas, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaria cuando los demas se detienen, despertaria cuando los demas duermen, escucharia mientras los demas hablan, y como disfrutaria de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiria sencillo, me tiraria de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mio, si yo tuviera un corazon. Escribiria mi odio sobre el hielo, y esperaria a que saliera el sol. Pintaria con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una cancion de Serrat seria la serenata que le ofreceria a la luna. Regaria con mis lagrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus petalos... Dios mio, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaria pasar un solo dia sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convenceria a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviria enamorado del amor. A los hombres les probaria cuan equivocados estan al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daria alas, pero dejaria que el solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaria que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de montaña, sin saber que la verdadera felicidad esta en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recien nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre unicamente tiene derecho de mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habran de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estare muriendo. |
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Texto comunicado por Jacqueline de Pierrefeu
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(en castellano: la fidelidad)
(en castellano: una cuestión de gusto)
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por E. Graciela Pioton-Cimetti
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