La lucha estaba presente, antes de la creación, latente, dispuesta a manifestarse desde el
principio cuando las tinieblas y la luz se separaron.
Y la lucha continua hoy, a cada instante de nuestra vida dado que somos en nosotros mismos el espejo microcósmico del macrocosmos increado por Dios. Lucha para nacer, para sobrevivir, conciliación permanente entre la fuerza positiva y la negativa. Vivimos en nuestra lucha interior iluminados por la manifestación de la evidencia de la lucha primordial. Desde el nacimiento nos confrontamos por la educación a situaciones contradictorias, a veces paradojales, dado que se nos enseña todo y lo contrario. De todas maneras esta aparente ambivalencia nos ayuda a luchar permanentemente para sobrevivir. Al principio de nuestra vida para salir de las identificaciones proyectivas y mas tarde para poder adquirir una identidad y una conciencia capaces de hacernos emerger del caos inicial y remplazar la apariencia de ser por la realidad de ser. *** Actualmente mi lucha personal esta centrada en la transmisión. Es, tal vez mas fácil callarse que compartir sin egoísmo lo que hasta ahora hemos comprendido. *** Felizmente encuentro en mí la brecha que me permite estar disponible para los otros. Incondicional sin ser cómplice. *** De todas maneras cada instante de la vida es una lucha y yo les propongo: «Dejen venir la vida, contémplenla sin prejuzgar, tomen el tiempo para comprender y para poder un día interpretar sin demasiado alejarse de la verdad, siempre relativa, a la cual lo seres humanos podemos acceder. *** Confrontados a la cólera no la ahoguen, acompáñenla hasta que el equilibrio sea restablecido y la paz emerja. ¡Sean conciliadores! Nuestra lucha desde el nacimiento hasta la muerte es para hacernos concientes y vencer así los obstáculos de la ignorancia en nuestras vidas a través de un trabajo continuo en nosotros mismos, pero como decía Sartre: «Con los otros y por los otros». |
|
Doctora E. Graciela Pioton-Cimetti
|
Goethe dijo: « Yo fui un hombre es decir un luchador ».
Ese poeta fue al mismo tiempo un hombre de genio y un pensador profundo, prueba de simplicidad y claridad de su parte. Muchos de nosotros hubiéramos podido formular su reflexión con la misma sinceridad pero la voluntad nos ha faltado. La voluntad es necesaria en la mayor parte de las circunstancias de la vida. ***
Contra nosotros mismos Para terminar sin problemas y contradicciones que nos perturban, a fin de corregir ciertas disposiciones. El ejemplo de Demóstenes para estructurar su voz que era frágil por un defecto de pronunciación. Para salir de las fallas la voluntad conciente es necesario, tanto la tenacidad como el coraje para reconocer y aceptar sus inferioridades y tendencias desvientes. La voluntad es necesaria cuando debe lucharse para afirmar y desarrollar tanto las disposiciones físicas, que los talentos y las calidades morales. Para adquirir los conocimientos y capacidades que exige el ejercicio de una profesión.
Para defenderse de los malos ejemplos, los malos consejos, la ininteligencia. Para proteger y afirmar la personalidad permitiéndola expresar sus ideas, sus afirmaciones y sus opiniones mas allá de poder provocar sorpresa, desconfianza, crítica y negación de la afirmación efectuada. La lucha voluntaria es necesaria también para defender nuestros intereses, nuestra reputación, nuestra felicidad, la agresión de quienes hablan mal de nosotros, los envidiosos que celan nuestros triunfos y situación bien merecidas.
La lucha imprescindible contra los asaltos del ego, la susceptibilidad excesiva, la hipersensibilidad, la vanidad, la falta de delicadeza. La lucha difícil y necesaria contra los acontecimientos del exterior, en el aspecto material, espiritual y vital. Fuerza para dominar sabiamente la fatiga profesional, las contrariedades, los duelos, que parecen a veces imposibles de trabajar y liquidar. Luchar también frente a los reveses de la fortuna. Luchar en el dominio moral o afectivo en razón de fracasos, de decepciones, de ingratitudes, de alejamiento sin razón de seres queridos a quienes creemos haber dado lo mejor de nosotros y sin egoísmo, por ellos. Luchar contra la rutina *** La vida, luego de reflexionar parece ser una lucha. A veces la voluntad y el coraje pueden, en ciertos casos parecer inútiles. Será prudente, a veces renunciar a ciertos deseos, proyectos, ambiciones. ***
Hoy una cierta vanidad en el fragor de la lucha contra la naturaleza: Dominar los vientos que son mortíferos para ciertas regiones. Luchar contra ciertas inferioridades de nacimiento, como esa de Guillermo II afectado de una parálisis congénita del brazo izquierdo. Luchar contra ciertas inferioridades mentales. Luchar contra aquellos cuya naturaleza se manifiesta con brutalidad física, ausencia de escrúpulos, bajeza de sentimientos. Luchar contra las condiciones de la naturaleza humana, la ignorancia, la falte de conciencia de los fines del hombre y de la creación, los límites de la libertad, la brevedad de la vida. *** Por otra parte la vida puede ofrecer alegrías que no son necesariamente adquiridas por la lucha: los afectos de la familia, la amistad, la belleza de la naturaleza *** De todas maneras, salvo algunas restricciones, esta claro que la voluntad, el coraje y la energía son las llaves de la paz y la realización de si mismo. Si están al servicio del instinto de poder y el gusto de la dominación aparecen esenciales para concebir la vida como Goethe lo ha hecho y poder decir como él. "Yo fui un hombre, es decir un luchador".
Hecho en Paris el 16 de enero del 2013
y lucho entre la necesidad de terminar un duelo y la realidad de hacerlo sin olvidarte. Gracias te digo, porque compartimos nuestras luchas frente a las realidades de la vida confrontados a la realidad de constatar que nuestros hijos no son fáciles todos los días. ¿Qué es lo que debimos hacer que no hicimos? Ó ¿Qué es lo que hicimos y que no debíamos hacer? Como siempre la lucha por la verdad nos confronta al hecho que no podemos mentirnos a nosotros mismos. Hace mucho frío, como cuando partiste, después de haber luchado como un hombre para sobrevivir más allá del fin de tu vida, como un modelo de coraje y conciencia. Paz a tu alma. |
|
Doctora E. Graciela Pioton-Cimetti
|
Desde que comienza nuestro andar por el planeta
y suponemos, por el multiverso mismo, el movimiento
es expresión de vida.
El movimiento es la constante que nos recuerda quienes somos y aún mas simplemente que somos. Nuestro entorno cultural, social, político y familiar generalmente nos inducen a pensar el movimiento en términos de lucha alguien o algo tiene que caer. Lucha y poder son términos que nos visten desde nuestra gestación. Pero el pensamiento complejo ha permitido incluir otros conceptos que generaron una mirada amplia y diferente en nuestro vestuario. Caos, nuevo orden, ordenamiento creador de la naturaleza, estructuras disipativas, leyes de la termodinámica, sincronicidades que representan un desplegar de ordenes profundos. El enriquecimiento que aporta lo diferente es tal vez una de las dinámicas mas difíciles de aceptar en nuestro desenvolvimiento vincular. La necesidad de lo establecido pareciera nos acuna en la protección de la niñez. Pero por ejemplo cuando un pensamiento se forma en la conciencia, las asociaciones y los sentimientos lo enriquecen al punto de conectarse con otros aparentemente inconexos y así discurrimos en un ritmo que nos permite la investigación, la maduración, la diversidad. Y es la diversidad misma lo que lleva implícito todo acto creativo. La diversidad es lo que pone de manifiesto las potencialidades que esperan ser descubiertas para echarse a andar. "Caminante no hay camino se hace camino al andar " Serrat nos hace soñar con su canción Soñamos con nuestro empoderamiento, con nuestra capacidad autónoma, con un encuentro simbólico que se materialice en el surgimiento de algo nuevo. Todo y todos nos mantenemos en un proceso de cambio constante. Pero al igual que en la naturaleza, el pensamiento complejo, la física cuántica, nos enseñan que cada forma nueva está pulsando por aparecer desde el principio. En la potencialidad está el embrión de lo nuevo. Hay momentos críticos que los sentimos irrumpir en ocasiones especiales. Son esos momentos críticos los que permiten que se despliegue lo que está incluido en el caos que se produce. Nuevo orden formas nuevas que incluyen determinismo y azar en una red de significaciones que aportan combinaciones y transformaciones en nuestras vidas. Movimientos creativos, generativos y formativos a los que muchas veces llamamos lucha, son los que marcan que estamos aquí, en el planeta azul, caminado, descubriendo, posibilitando el avance de la humanidad. El avance de la humanidad que es un estado de armonía que no se asocia con quietud, sino con significaciones y proposiciones novedosas que iluminan nuestra mirada. Nuestro sistema inmunológico actúa como un reconocimiento de patrones y es dependiente para sus actividades del significado del funcionamiento del organismo y de cada estructura del mismo para dar cuenta de lo propio. La pregunta entonces es - ¿qué es lo propio? Diferenciación y cooperación entre lo que está, lo que hay y aparición muchas veces azarosas de sucesos que sostienen una dinámica creativa. Cada avance en los distintos campos de nuestra existencia implica diferentes significados. El movimiento permanente es un puente apertura a sincronicidades. Lo propio es aceptar que hay modos de existencia diferentes que están incluidas potencialmente en lo anterior y que explicitan mundos posibles a recorrer. Todo hecho creativo es una acción conjunta de cooperación entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos. Nuestro inconciente colectivo no es estático, abundan las inclusiones permanentes de significaciones arquetípicas. Lo propio entonces es el movimiento dinámico, la apertura a lo desconocido, la acción creativa, modificadora de lo interno y lo externo. Lucha es un término que equivale a coraza, a poder, camina en la necesidad.. Acto creativo Es una música que avanza en el deseo de ser. |
|
Lic. Rut Cohen
|
Ella está sentada en su sillón Habiendo sufrido en su ser y en su carne y ella sufre todavía Pero cuando estas con ella, Tu dolor la hace ignorar los suyos Ella ha amado hasta la locura, Apasionadamente siempre, Pero en su mirado tú ves que eres la única Ella es intemporal confidente Tanto madre, hermana, amiga Sea lo que sea lo que buscas Lo encontrarás junto a ella Ella se pequeña, delicada silueta Sílfides en su andar aéreo Cuando ella te cierra en sus brazos Tú eres poseída por su fuerza, De su Argentina natal ella guarda su acento cantante Y cuando te habla te transporta hacia otros horizontes Amigo que estas en la pena, que luchas contra los demonios de tu alma, y perdido en la vida no sabes donde ir, no busques más: su corazón como su puerta están abiertos con grandeza y será por ti que ella estará ahí para sacarte de tu infierno sentada en su sillón. |
|
Marie-José Durieux
|
En un lejano paraje de Sudamérica hace unos trecientos años atrás vivía en una tribu un anciano hombre de
gran sabiduría. Todo el pueblo confiaba en su juicio prudente y previsor, y más que confianza, era su palabra
para ellos, una verdadera orden. Como era el más anciano de todos, prácticamente era el jefe, aunque sin títulos
ni honores, simplemente era otro hombre más, respetado como al mejor y pilar de todas las decisiones que
como grupo debían tomar.
No era una gran población, tal vez cincuenta o sesenta integrantes. Aun así en las cercanías había otros poblados semejantes, y algunas veces era necesario tomar decisiones para la convivencia con los vecinos. Prácticamente eran grandes grupos de familias enteras que convivían en estructuras un tanto aisladas unos de otros. Se respetaban entre los grupos y había una gran predisposición a tener encuentros entre ellos de donde generalmente se formaban parejas que a la larga producían otros grupos familiares semejantes. El caso es que al anciano antes nombrado le tocó una vez decidir sobre un conflicto complicado en la relación entre los grupos. Debía decidir si permitía la unión de varios de los grupos y conformar uno mucho mayor. Así deberían establecerse en un lugar y cambiar en gran medida la forma de vida nómade que llevaban, ya que cuando un grupo quería, podía cambiar de lugar y mudarse a lugares más benignos de acuerdo a las necesidades. Ante el asombro de todos, el anciano decidió no aprobar la unión de las poblaciones, sabiendo que eso iba a generar malestar entre los pueblos. Así fue que las poblaciones vecinas empezaron a tener recelo del grupo disidente y luego el recelo se extendió entre todos ellos. A pesar de no ser hostiles al principio, empezaron los ataques verbales entre las poblaciones y después siguieron algunas agresiones físicas cuando se cruzaban en algunos puntos del camino. El sabio anciano entonces y para el desquicio de todos los pueblos, aconsejó atacar en lucha para que no les quedara lugar a dudas de la decisión tomada. Entonces en ocasiones de encontrarse los pueblos, rivales ahora, se producían enfrentamientos, sin armas pero sin embargo bastante crueles, ya que se producían muertes en todos los bandos. La población que aconsejaba el anciano, le obedecía sin dudarlo, a pesar del rigor de la lucha y de las muertes producidas. Sabían que había en esa decisión una gran sabiduría que ellos no podían apreciar, pero que seguramente la decisión tomada era para el beneficio de todos, aunque no podían encontrarle explicación por ahora y el anciano no se las proveía. Pasadas unas semanas, y habiéndose producido unas cuantas bajas en todos los pueblos, ya que todos también se sumaron a atacar, el anciano decidió que ya era suficiente y aconsejó terminar la lucha. No se necesitaban dar explicaciones sino solo evitar nuevos enfrentamientos y declarar la paz y la armonía de los pueblos. La transición hasta que la paz volvió a la zona tardó unas semanas más pero al fin llegó, y dejó a los pueblos un tanto distanciados el uno del otro ya que la agresión en general fue entre los diferentes grupos y no hubo alianzas entre ellos. Las bajas también fueron parejas entre ellos. Al cruzarse ahora se saludaban con respeto, pero con lo sucedido se terminaron los rumores de unión y convivencia que antes habían pretendido. Pasó el tiempo y el anciano antes de morir quiso dar explicaciones de lo sucedido en aquella extraña guerra que se podía decir que él comenzó. Entonces él empezó pidiendo disculpas a todos los damnificados por esa lucha, y dijo que el motivo de su decisión fue muy preciso y tenía una intención, dolorosa sí, pero con una buena finalidad planeada, que era ni más ni menos que mantener las poblaciones en armonía y no permitir la degeneración de la sociedad. Siguió explicando que todas las sociedades cuando las poblaciones se hacían muy numerosas empezaban a corromperse, buscaban líderes y generaban poder, y que ese poder en manos de unos pocos, llevaba tarde o temprano a la tiranía y el sometimiento de las personas, y en consecuencia a la pérdida de las libertades reales que siempre ellos gozaron. Lamentablemente era necesario, siguió explicando, que el número de pobladores no siguiera aumentando y disminuyera un poco para mantener el equilibrio, por eso las bajas producidas contribuían a mantener ese equilibrio. La decisión de diezmar la población, siguió diciendo, a veces la tomaba la naturaleza, con enfermedades, tempestades, y otras desgracias, pero algunas otras veces tenía que tomarla el hombre, para mantener el equilibrio natural que era necesario. El sabio sabía que no iban a juzgarlo por las decisiones tomadas. Así la población sobrevivió durante cien años más hasta que la civilización europea llegó a conquistarlos al igual que al resto de América. Sin duda los antiguos pobladores del planeta tenían otra sabiduría que hoy no tenemos ni entendemos, que fueron el resultado de muchos miles de años de equilibrio entre el mundo humano, animal y vegetal. |
|
Licenciado Alejandro Giosa
|
La lucha por eliminar al ego, de uno, puede ser difícil si no reconocemos nuestros errores
y aprendemos a cambiarlo y para esos debemos estar despiertos "en el ahora".
Quizás tu seas una de esas personas que condenan guerras pero al mismo tiempo, te encuentras luchando tus propias batallas personales, tus relaciones nunca han sido tan estables como te gustaría que fueras, de hecho, si te pones a pensarlo puede que tu vida esté llena de conflictos constantemente. Te resulta difícil llevarte bien con tu cónyuge, tus seres queridos, familiares, amigos o compañeros de trabajo .Eres alguien que desea paz en su vida sin embargo, pareciera que solo atraes experiencias que son contrarias a lo que quieres. Tal vez no te hayas dado cuenta de que tus acciones se deben principalmente a tu ego. Tu ego es adicto al drama. Al entrar en conflicto, experimenta una oleada de energía negativa que alimentará tu ira, frustración y hostilidad. Si no tienes control de ello, puede que tu rabia tome las riendas de tu vida. Necesitas saber que tu ego es la cara del conflicto y eres tu quien le da al ego el poder sobre ti mismo. Sin embargo, basta con que te identifiques con un estado mental una opinión, un juicio, una historia o una perspectiva para activar tu ego. Cuando afirmas que ere tu quien tiene la razón, estás insinuando que la otra persona está equivocada. A nadie le gusta saber que está equivocado por lo que el ego pudiera ser responsable de una próxima discusión. No hay nada que más fortalezca al ego que tener la razón y sentirse superior al otro. "yo estoy bien, tú estás mal" es una creencia común que ocasiona discrepancias entre las personas. Muchas guerras han comenzado debido a este patrón de pensamiento. La egoísta necesidad de demostrar que se tiene la razón no trae nada bueno, porque tiene que existir una sola verdad cuando tomos somos distintos. Buscarás la manera de justificarte en lugar de pedir disculpas o aceptar la derrota. Te preguntarás ¿cómo puedes estar equivocado si tus argumentos se basan en hechos? No hay que olvidarnos de que los hechos son básicamente pensamientos, pueden ser en gran medida una cuestión de percepción, ideología, creencia, etc. Los pensamientos no son algo tangible, son representaciones y no la verdad en sí misma. Los datos también pueden ser creencias que se transmiten de generación en generación. Sus supuestos pueden, si se examinan, no tener ninguna base. Los hechos pueden estar hechos para satisfacer el ego. Los egos grandes distorsionan la información para satisfacer las necesidades egoístas de uno mismo. En definitiva, lo que se percibe como un hecho bien puede ser una ilusión. Por el contrario, cuando estás en desventajas en tus batallas, no es difícil jugar el papel de víctima. Tu ego gana fuerza con la compasión, simpatía y el dolor compartido de los demás. Te encanta volver a contar la historia de cómo has sido traumatizado, calumniado o maltratado injustificadamente. Una y otra vez repites el mismo discurso en tu cabeza. Te gusta mantener fresca la historia de "alguien me hizo tal cosa a mí". No es de extrañarse que continuamente estés contando historias en las que fuiste la víctima. Cuanto más agraviado te sientas, mayor será tu ego. En lugar de señalar a alguien, se debe asumir la responsabilidad personal y ser más humilde. Debes darte cuenta de que lo que estás experimentando casi refleja tus pensamientos. Por lo tanto, los temores que subyacen detrás de las respuestas emocionales son precisamente los mismos que estás teniendo. En resumen, es necesario mirar a tus enemigos para descubrir tus pensamientos ocultos, centrados en su ego. Tus reacciones emocionales son producto de tu resistencia. En contraste, no puedes estar en armonía con el presente. Si lo análisis a través del tiempo, encontrarás que al darle fin al conflicto, surge otro y con el final de un reto, se presenta otro. Esa es la naturaleza de la vida. Para finalizar tu flujo constante de conflictos, es necesario hacer una elección consciente. Puedes poner fin al conflicto en el que te encuentras en este momento, renunciando a la lucha para demostrar que tienes la razón. Debes entender que los pensamientos detrás del conflicto no tienen permanencia y debes optar por la paz. El ego no sabe que nuestra única oportunidad de estar en paz es "ahora". O quizás si lo sabe pero teme que lo averigüemos. Después de todo la paz representa la aniquilación del ego. Como ves el Ego, trata de sobresalir en cada acto y pensamiento que tengamos, tiene miedo de que se corte el cordón el cual representa su dominio, tiene tanta carga pesada sobre sí, una mente vivaz llena de quejas, interrogantes: ¿por qué a mí? El deseo de tener y guardar cosas, yo quiero, yo tengo, yo deseo, sufre, siente dolor, teme, el siempre tiene la razón, quiere imponerse, no consigue satisfacción alguna, no quiere morir, es la víctima, se exalta, se enoja, llora, es solo ilusión. El Ser, es luz, es el ser interno, es lo que llaman presencia divina, es conciencia, el estado perfecto, el cual todos tenemos (aunque a veces no lo «vemos» por que el ego domina), es el observador, ¿puedes observar ahora mismo tu estado de animo? Si empieza a vivir el aquí y ahora podrá ser usted mismo, sin intervención del ego. |
|
Prof. Carla Manrique
|