29 de marzo

La señora N dijo: Divorcio de mi misma en esas noches sin sueño en las que con los ojos cerrados contemplo mi miedo de la locura, de la separación de los seres queridos. Tengo miedo de despertarme viuda. No podría aceptar el cadáver.

Yo hubiera podido preguntar la identidad de cadáver, pero me retuve. Era demasiado pronto para preguntar.

No lloraba, ni una lágrima. Había en ella muchos divorcios, pero el peor su « anorexia del deseo ». Sus abuelos habían sido importantes para ella. Además había acompañado todos los duelos de sus mayores siendo niña. Ella había estado demasiado en la muerte.

Y después tres divorcios… de hombres perversos. Felizmente, ella había podido enterrar dos de los tres ex-maridos perversos.

Ella había cambiado brutalmente cuando sus padres partieron. ¿El regreso de lo reprimido? Las únicas salidas eran para ella ir al cine ó a conciertos que naturalmente escuchaba con un hombre « como se debe ».

Separación y horror pero ni una sola lágrima, solo estatismo y fijación, no se todavía a dónde podremos ir juntas pero me pregunto con prudencia si será posible pegar los pedazos.

Fue una niña alimentada pero abandonada, niña del silencio, sin piel, sin palabras, sin defensas. A pesar de todo sobrevivió.

Ella hace resonar en mi mil paradojas. Sospecho una disociación pero hoy es mejor que me aleje de la tentación de diagnosticar…

30 de marzo

Partir en sentidos opuestos, sin preguntarse dónde irá el otro, cuál será su destino, su sufrimiento, su soledad.

Partir a veces con odio, otras veces con pena pero siempre con un espantoso vacío colmado de rubia y de palabras no dichas.

Dos seres lanzados al mundo de otra maneras, perdidos.

No más disputas ni reconciliaciones y dos « yo » cargados de la libido que regresando del objeto querido desbordan la capacidad de metabolización de energía de los sujetos que un día habían invertido su amor en el otro.

Dos duelos difíciles a realizar.

La culpa filtrándose en los momentos del placer del que ha abandonado, muchas veces para complacerse en un nuevo objeto de deseo… y para el otro, el abandonado, el horror, la angustia y los interminables porqués que aparecen preguntando en cada silencio. ¿Porque partió el otro?

Un divorcio es un asunto de dos. Tratamos siempre de conciliar, hablando de los niños, del desastre, de familias deshechas, de responsabilidades, de conciencia sabiendo que es raro que quienes pasan por una crisis de pareja y quieren divorciar cambien de idea.

Cuando vienen a consultar diciendo querer « divorciar exitosamente » ya que no han podido « tener éxito en su vida de pareja sospecho que buscan mi complicidad racional.

Si acepto de acompañarlos, no será según esta modalidad en la cual el pedido de terapia es una exigencia de destrucción del lazo.

Será necesario entonces de resolver, en la medida de lo posible las dificultades de comunicación que parasitaron la pareja.

Si los problemas personales individuales y de comunicación han sido el origen de los desacuerdos conjúgales las terapias individuales y de pareja permitirán liquidar los conflictos no resueltos para evitar a los protagonistas la repetición de errores en sus futuras a construir.

Por otra parte no quiero decir la total liquidación de los conflictos dado que los conflictos son útiles, bien manejados. Sin ellos se destruiría todo relación y todo lazo.

Domingo 1ro de abril

Estamos en el château de la Malmaison con una amiga de Argentina. Lo visitamos.

Nos sentimos tocadas por el ambiente que exuda amor. No se trata de un château sino de una casa adorable soñada por enamorados.

Evoco para ella la historia del divorcio de Napoleón y Josefina.

Tal vez seamos nosotros extranjeras en el sentido de no aceptar ni razones históricas ni de sucesión que justificaron su separación. Esa pareja parecía quererse pero terminaron divorciando. Nosotras no aceptamos la muerte de ese amor.

La perfección en cada rincón de la casa, la simplicidad mágica, todo habla de amor y los jardines también.

Los cuadros, los muebles, las telas… Solo hay formas redondeadas. Ellos eran bellos. Ella: viuda con dos hijos, mayor que él y estéril. Se quisieron y él amó entrañablemente Eugenio y Ortencia los hijos de Josefina su mujer.

Luego él se caso con María Luisa de Austria que le dió un hijo que murió joven en Austria.

La extinción del joven rey rindió inútil la razón de estado que los había llevado al divorcio.

Napoleón, felizmente murió antes que su hijo. Su muerte fue trágica y solitaria y hoy día misteriosa. Muerte curiosa la suya, solo exilado en una isla acompañado por cuatro colaboradores fieles.

Más tarde Josefina murió en la Malmaison, separada del hombre que había amado tanto.

Pero los amantes continúan queriéndose más allá de todo divorcio.

La historia atestigua de un hecho extraño y compensador dado que Napoleón III, el segundo que reinó bajo ese nombre, y el último por otro parte fue el nieto de Josefina, nacido de su hija Ortencia. La sangre de Josefina se reunió así al nombre del amado.

Más allá del divorcio una nueva alianza se estableció… la pareja resucitaba en la eternidad compartiendo el destino de Napoleón III como el signo de una nueva fusión.

El sucesor llevaba en él la sangre de su abuela y el nombre de Napoleón.

Domingo 8 de abril

La primavera está aquí. La naturaleza está lujosa. Es domingo de Ramos. Luego del reconocimiento público vendrá la pasión de Cristo, una semana triste en lo que todo se vuelve negro, agonizante y en lo que todo el proceso se termina en la muerte.

Es misterioso, cada año esta semana es vivida con tanto fuerza que nos lleva a reflexionar sobre « el pasaje », sobre la separación, sobre el divorcio, entre nuestros valores y la vida.

La locura está siempre presente pero más de ella la inaceptable precariedad de la vida humana.

El hombre en tanto que cuerpo no debería morir sin haber aceptado de habitarlo, pero el vive frecuentemente desterrado, exilado de si mismo, divorciado, de su conciencia que le permitiría aceptar su doble naturaleza y la eternidad como alternativa y solución de su paradoja que lo lleva a cabalgar entre la eternidad y el tiempo.


Hecho en Paris el 10 de abril del 2001 difícilmente
Demasiado para decir pero aún más para callar,
para evitar de ir demasiado lejos,
para no denunciar mis propios divorcios y paradojas.
Continúa lloviendo, tal vez un nuevo diluvio que lo lavará todo.
Continúa lloviendo y yo te quiero sinceramente
porque no sabes de mis silencios,
porque das sentido a mis angustias de separación.
Vos llenas mis vacíos, me obligas a aceptar el conflicto,
me arrancas al temor de un divorcio entre mis valores y la vida…
Acepto: finalmente este tema me hace mucho mal.
Doctora E. Graciela PIOTON-CIMETTI



Tantas cosas podrían escribirse sobre éste tema, pero todas igualmente resultan antiguas, tan antiguas como la vida.

¡Y sin embargo hablar sobre el propio divorcio resulta difícil!

Llevó tanto tiempo comprender que entre la máscara social que fuimos construyendo prolijamente día a día y nosotras mismas la distancia se ahondaba de tal manera que ya casi nuestro rostro se hallaba irreconocible.

Divorcio precoz que remite a un intento de subsistencia que apretó el alma.

Día a día crecimos; caminamos; corrimos; trabajamos; tuvimos hijos; amamos; odiamos; hicimos todo el recorrido debido que conformo nuestra historia pero siempre un tanto alejada de nuestro rostro, de ese alma escondida que patalea porque algún día quiere tomar sol.

La mascara ya parece cansada; arrugada un tanto; a pesar de las cremas anti arrugas del bienestar perpetuado.

Nuestro cuerpo parece por momentos ponerse de acuerdo con nuestra alma; comienza a hablarnos con desagrado.

¡Y la piel!; hasta aquí tan bien conservada la delimitación: lo que mostramos; lo que hacemos suponer a los demás, y la piel dolida de nuestro rostro.

Dolida por no haber hablado mas a menudo sobre quién éramos.

Claro; podríamos decir que no sabíamos quienes íbamos siendo; pero bueno; igualmente hubiéramos hecho el intento de hacer conocer nuestra inquietud al respecto!; pero no! nos empeñamos en mostrarnos seguras; es mas; poco dubitativas.

El rash de urticaria apareció así; sin avisar; no toco el timbre de nuestra puerta para pedir permiso y entrar: No; simplemente apareció.

¡Divorcio, esa palabra que siempre quisimos obviar esa palabra incomoda; y que para más socialmente no ayuda!

¡A quien se le ocurre molestar con una urticaria!

Tenia que ser nuestro rostro…

¿Para que sirvió nuestro pragmatismo, nuestro ritmo veloz; nuestro aprendizaje tecnológico, nuestro savoir faire?, ¡si ahora; a la vuelta de la vida la urticaria irrumpe recordándonos que nuestro rostro desea tomar sol! que desea saber de nosotras; que desea preguntar por nuestro nombre, edad, sensaciones; emociones ocurrencias impropias de nuestra posición actual!

Venecia. ¡vivimos de baile de máscaras en baile de máscaras; sin haber estado nunca en Venecia ¡con lo que nos gusta viajar!… ¡y sin embargo nuestra máscara no califica para formar parte del desfile de máscaras del festival! parece un chiste toda la vida cuidando los detalles y aparece la urticaria.

Pica y pica no me queda otra que rascarme.

¡Me quedo en silencio y recuerdo divorcio! El tema era el divorcio.

Y la urticaria me encuentra reparando mi olvido mi rostro es el que me invita a un recorrido fértil…

¡Será que tendré que ponerme a recordar; asociar; llorar; reír; corregir; empezar todo eso ahora! para mi máscara sería un poco tarde. Bueno no son cosas de hacer a estas alturas diría ella mi máscara.

Mi rostro saluda a mi mascara; le propone un encuentro; un tiempo de escucha; una caricia; le propone un diálogo porque seguramente, le dice, ambos, rostro y máscara tendrán algo que decir.

Licenciada Rut Diana Cohen



Presentación al Congreso de dermatología y psiquiatría de Barcelona
–el 24 de marzo de 2001–

Mucho se ha dicho sobre el cuerpo propio como objeto privilegiado a través del cual delimitamos un mundo interno y uno externo, un adentro, un afuera que dibujan individualidades y campos relacionales.

Sabemos también que la subjetividad se constituye por intermedio del cuerpo como esquema de representación.

Pero a pesar que hemos situado el sufrimiento como fuente inagotable de interrogantes y aprendizajes, siempre se renueva el asombro por la incomparable capacidad humana de reparar lo que nos parece caminar implacable hacia el punto límite de le tolerable.

La epidermolisis ampollar es un grupo heterogéneo de enfermedades ampollares hereditarias de curso crónico caracterizadas por la formación de ampollas cutáneomucosas producidas ante mínimos traumatismos.

En todas su formas la fragilidad cutánea se pone de manifiesto, y en consecuencia la superficie del cuerpo se halla afectada en su capacidad de comunicación táctil como uno de los modos principales de relación con les demás.

Si nos apoyamos en el concepto Yo-Piel de Didier Anzieu, podremos apreciar que "aún antes del si mismo se forma una envoltura sonora, un baño de sonidos que prefigura al yo piel y su doble rostro vuelto hacia el interior y el exterior puesto que la envoltura sonora se compone de sonidos emitidos alternativamente por el medio circundante y por el bebe. Así se produce la primer imagen espacio-auditiva del cuerpo propio".

Relación que marcará una manera de intercambio, un estilo, una mayor o menor capacidad de permeabilidad o impermeabilidad a la puesta en marcha de emociones y afectos sentidos como propios, como parte de nuestro ser.

El decir materno será el portador de un sentido global, dado que el funcionamiento materno oscila entre le biológico y lo social, prefigura la inserción gradúal del tiempo corporal en el tiempo objetivado de la sociedad.

Una sociedad que beatifica valores e ideales que no siempre permiten insertarse en día con comodidad cuando no coincidimos con los moldes de la belleza impuestos temporada a temporada.

Demás está recordar que quienes sufren de epidermolisis ampollar seguramente no se sentirán reconocidos y apreciados por las pasarelas del aplauso colectivo.

Inagotable la sensación de fracaso la de estas madres y padres cuyos hijos toman el lugar de lo deforme.

"El yo piel, continúa Anzieu, puede perder su apoyo biológico en la piel. En su lugar, por la conversación, por la palabra interior y por las simbolizaciones consecutivas, encontró otro apoyo de tipo sociocultural.

El yo piel funciona efectivamente por apoyo múltiple.

La piel de palabras tiene su origen en un baño de palabras del niño a quien su entorno habla o para el cual canturrea. Luego con el desarrollo del pensamiento verbal, le proporciona los equivalentes simbólicos del dulzor, flexibilidad y pertinencia del contacto allí donde hizo falta renunciar al tocar imposible o prohibido o doloroso."

Pero aquí será entonces de capital importancia la organización o desorganización de las vicisitudes con la vida afectiva de los padres, porque de ello dependerá la capacidad de funcionamiento mental para ligar o nodular los afectos y convertirlos en un instrumento de creatividad y no en semillas de experiencias traumáticas, y transmitir al hijo seguridad y amparo aún en situaciones de sufrimiento para él.

Le dicho anteriormente nos lleva a que comprendamos que es necesario ir construyendo por parte de les padres una identidad global que implica un yo soy con los otros con el reconocimiento de les otros hacia mí y de mi hacia ellos en tantos diferentes. Este es la identidad del self, es un estilo en un escenario, un lugar de relación con les otros. Al igual que el sistema inmunológico esto lleva a tener conocimiento del mundo, del propio ser y el no propio ser y de poder adaptar nuestras reacciones de destrucción o protección que llevan a la integridad del propio ser.

Pero ese lugar de relación, ese lugar de diferencia ya está marcado en estos casos por el sinsabor de lo hereditario de la afección.

Alguno de ellos, madre o padre, padece o padeció lo mismo, con lo cual se hace difícil un lugar de aprecio para lo creado, el hijo, en tanto él es una prolongación del sufrimiento propio.

Narcisismo herido doblemente, narcisismo hostil hacia si mismo, narcisismo hostil hacia el hijo.

El discurso materno habla de su dolor pasado o actual, de su sufrimiento, de su propia epidermolisis, pero será preciso que el pensamiento de la madre pueda investir a su hijo, una vez que ella misma haya podido pensarse invistiéndose a si misma habiendo elaborado la carga de la culpa, de la impotencia y el desencanto hacia ella misma y/o el niño.

El ser humano nace con la posibilidad de concientizar y el yo es el vehículo que lo comunica con lo anímico y lo corporal.

Recordemos que el yo adquiere su sentido de identidad partiendo de la percepción del cuerpo.

La madre podrá hacer tolerable el sufrimiento, consolar a su hijo, una vez que haya logrado también ser madre para ella misma.

Discurso materno capaz de reparar la piel biológica para ella misma y para su hijo.

Porque lo que están en juego son los enunciados identificatorios que marcan la subjetividad del hijo y que indican lo riesgos de provocar un trabajo de desinvestidura hacia si mismo.

Esto es también el punto de apoyatura para la desvitatización y pobreza en la relación con el mundo interno y externo.

El discurso matemo está habitado por su lenguaje privado, el que se refiere a sus emociones privadas, sus palabras son las que se conectan con sus sensaciones. Ese lenguaje significa los limites de su mundo, ya que no se puede decir ni pensar lo que no se encuentra dentro del propio lenguaje. Es allí donde se desarrolla la dinámica de las intenciones, expectativas, y deseos.

Es allí donde debe ponerse et primer acento en el trabajo analítico, para que se descubra o recupere, según el caso lo valioso de la propia existencia. Porque la patología narcisista que en general está en juego en estos casos, está centrada en la desestimación de si mismo, la decepción y el borramiento de un ser deseante.

André Green nos diría que lo neutro reemplaza al placer, al placer de existir.

Placer de existir afectado dado que el cuerpo se ha transformado en aquello que hace sufrir, que se mira como extraño, y a la vez sabiendo que se deberá portarlo sin saber demasiado el por qué de semejante condena.

En el niño como en el bebé si el sufrimiento orgánico, que es a la vez psíquico, sobrepasa cierta duración, es lo que va a marcar la relación hostil con su cuerpo y con la realidad.

Por otro lado en la epidermolisis ampollar resulta difícil sentir ese cuerpo resguardado de cualquier accidente que pueda alcanzarlo, la piel en tanto sistema de protección ha perdido su lugar. En vez de sentir que se posee un cuerpo autónomo éste mas bien se asemeja a una marioneta violenta en la interacción con quienes lo rodean.

Marioneta dependiente de los cuidados extremos y constantes que hace dependientes a los demás.

A través de las entrevistas dirigidas y semidirigidas en psicosomática a los padres y sus niños con epidermolisis ampollar simple y distrofia hemos detectado actitudes de rechazo o sobre protección familiar que influyen en los problemas de conducta del niño.

Con la toma de un protocolo elaborado para la ocasión, se investigaron las vicisitudes de la enfermedad, los sentimientos, las sensaciones que colaboran en la formación de la imagen corporal y auto estima de la madre, del padre y del niño y se pudo apreciar la importancia de la voz como organizador del espacio corporal.

La voz es el primer campo donde el niño se entrena para percibir las diferencias.

Es la voz vivida como placentera quien los ayuda a conformar en mayor o menor medida un espacio corporal que permita a los niños con epidermolisis ampollar habitar sus cuerpos con la menor hostilidad posible.

La tarea hospitalaria nos pone a prueba a quienes nos dedicamos en el campo de la salud a implementar los tratamientos con técnicas creativas que superen la desason que nos produce el trabajar con recursos mínimos, en un tiempo mínimo, con una población de bajísima posibilidad adquisitiva, en una sociedad dónde la globalización uniformiza el desempleo.

Recurrimos a la envoltura sonora proporcionada por la música.

Creemos que así como cuando un bebé llega al mundo se lo viste con vestimentas y con palabras, a éstos pacientes se los acaricia con la voz.

Sabemos que el bebé de 3 a 8 semanas se orienta hacia la voz materna, la identificación corporal está en marcha a partir de esa voz antes que el uso de las palabras.

La voz es el primer campo donde el niño se entrena para percibir las diferencias. El tono, el acento, el gesto que la acompañan duplicarán los significados.

La voz pertenece al cuerpo y queda separada del cuerpo, se transforma en un objeto distinto de él. Es emitida y escuchada. Así se articulan las imágenes de entrada y salida de gritos, aullidos y melodías.

Cada ser puede crear su propia melodía. Al encontrar y hacer propia una canción o melodía, al tararearla, tenerla consigo, también de alguna forma se la está creando.

El recorrido para su encuentro será parte de nuestra tarea.

Reconociendo el dolor, pero aprendiendo desde las estrategias de sobre vivencia de cada uno, la dimensión de su capacidad de creación, ésta aparecerá reconduciendo un sufrimiento que se convierte en crónico en la emergencia de una piel creativa que conduzca del aullido de la ira a la melodía.

Primero, la propuesta es que para los distintos estados de ánimo se encuentre un ritmo, una canción, un tipo de música, jazz, folklore, clásica.

Luego pedimos que se elija una canción, una música con la que se identifiquen.

Tomamos en cuenta y lo hacemos saber, cuales son las diferentes posturas y gestos adoptados en cada caso según esos estados de ánimo antes mencionados.

Recordamos que la piel (en éste caso fuertemente afectada) también tiene su propio lenguaje así respecto.

Lo corporal también incluye el escribir, hablar, escuchar, bailar.

Los significados fluyen en el intercambio con los demás.

El campo relacional va mudando su tono parco y al igual que el objeto transicional, mío y tuyo, interno y externo, la voz, mediada por la música suple la comunicación táctil y se convierte en encuentro.

Hay una correspondencia entre lo interior y lo oído, una matriz sonora que se tactiliza a través de una búsqueda común, que se va proponiendo como un flash placentero en la continuidad del displacer.

Flash placentero que nos permitirá muy lentamente, artesanalmente encontrar un rincón sin atrofia en el espacio corporal y en el espacio relacional.

Cuando el bebé/niño tiene menos de tres años serán la mamá, el papá o ambos en la medida de lo posible, y su hijo en brazos quien realizará lo propuesto.

Dependerá de cuan sobre adaptados estén respecto a su enfermedad que esto sea posible.

El proceso de búsqueda promueve la necesidad de una vinculación familiar que de por si será distinta a la habitual, dónde en general impera la tiranía de la hosquedad y la brusquedad como modo de relación consigo mismo y con los demás.

Es sabido que las fallas narcisistas cristalizadas en las lesiones externas que reflejan la imagen interna de desvalorización, y la insuficiencia de la estructuración familiar dejan alienada la existencia en un río de irritación, cuyo caudal se encuentra acrecentado por la desesperación que generan las situaciones de conflicto.

Se propone un entorno maternamente que rodee al niño con una envoltura sonora proporcionada también por la música, que resignifi que la piel biológica gravemente afectada, y de ésta forma colaborar a construir una mejor calidad de vida, al ayudarlos a convivir con la enfermedad en situaciones crónicas.

Con ésta propuesta y trabajando con éstos pacientes, reconozco que me emocioné mucho varias veces, otras sufrí tanto por no lograr lo propuesto, pero en todos los casos traté y en distintas medidas logré que la voz sea caricia.

Licenciada Rut Diana Cohen



Es común que llamemos a las cosas del modo difícil. Cuando me hablan de teoría mi primer impresión es que es algo de carácter científico, muy estudiado, y muy verdadero o bien que tiende a serlo. Pero cuando reflexiono sobre el tema me doy cuenta que desde nuestros primeros momentos de vida nos hacemos auténticos generadores permanentes de teorías.

Todo lo que se nos hace familiar lo logramos a través de la generación de una teoría. Cuando elaboramos una para explicarnos un fenómeno, aunque no sea acertada, parece como que nos tranquiliza. Pone en orden el caos perceptivo que es el mundo. Tenemos teorías respecto de todo.

Cuando somos niños, nuestras teorías puede que difieran de la realidad, pero eso nos da la tranquilidad de poder seguir habitando el mundo de manera segura. Las teorías que nos brindan las educaciones formales nos dan la doble ventaja de ser una explicación de por sí y además está consensuada, es decir, somos muchos lo que creemos lo mismo. También es cierto que nunca vamos a lograr poder con ella cubrir todas las incógnitas. Siempre quedan puntos oscuros.

De este modo una teoría no solo sirve para explicar a otros alguna cosa, sino que ante todo sirve para explicarnos a nosotros mismos cómo es el mundo en que vivimos.

Permanentemente vivimos en diálogo interno, y esas explicaciones nos ayudan a razonar, evaluar, sacar conclusiones y actuar. De más estaría decir que esas teorías también nos permiten comunicarnos con los demás, entrar en relación con las personas y poder transmitirnos cosas con un cierto grado de precisión. Muchas controversias se dan asimismo por la discordancia de concepciones respecto al mismo tema, es decir discordancias en la interiorización de las teorías.

En el tema específico de la psicología, es evidente que cada una de las corrientes en terapia están sustentadas por un despliegue teórico, o bien podríamos llamarlo un despliegue de creencias, que puede ser tan variable como para coincidir solo en muy pocos puntos. Ya desde la concepción de salud y enfermedad pueden estar discordando.

Lo que casi ciertamente difiere es el mapa de la mente que cada escuela se traza para su ordenación del trabajo terapéutico. Aunque partieran de mismo mapa es probable que difieran en sus técnicas. Tal vez por eso es que algunos esquemas prefieran declarar que no tienen una teoría organizada, sino solo formas de procedimiento, de acuerdo a las estadísticas de resolución de problemas. Otras profieren que tienen una teoría sólida, pero en la práctica no se expresa semejante riqueza.

Las teorías nos limitan por un lado y por otro nos da algunas certezas de saber por donde "pisamos". Teoría, héroe y demonio al mismo tiempo. Conjugación de beneficios y dificultades. Parece a mi entender que mientras tengamos que usar la mente, como seres humanos, tenemos que caer en las redes de la teoría, ya que como también tenemos que comunicarnos, necesitamos hacerlo mediante este tipo constructos.

Digo esto porque pienso que el ser humano tiene otras posibilidades de "pensar" o como quiera llamarse al hecho de "saber algo" sin usar la mente, es decir los pensamientos. Me refiero al ancestral proceso que solemos llamar "corazonada" que se supone que es algo así como saber de algo sin usar medios razonados. Estos fenómenos generalmente quedan fuera de toda teoría, por eso la mayoría ni lo tiene en cuenta o no cree en ello. He ahí un ejemplo de lo que sucede con una teoría en el aspecto de su estrechamiento de fronteras cognoscitivas. Dejan afuera cosas que son interesantes para su estudio serio, aunque ponga en riesgo todas las creencias vigentes, es decir pueden ser temas revolucionarios que pocos tienen el valor de estudiar por temor a enfrentarse a todo un modelo cultural ya establecido.

Cuando expreso que mientras nos comuniquemos de la forma que lo hacemos (es decir con palabras), vamos a necesitar de teorías, hago referencia a la creencia de que solo podemos comunicarnos con palabras. Todos sabemos que los chinos se comunican con ciertos símbolos (ideogramas) que expresan una idea que depende mucho del contexto en que está insertada (mas que en nuestras lenguas occidentales). También me refiero a esa otra también ancestral forma, mítica, de comunicación que es la telepatía, que parece consistir en la transmisión mente a mente de imágenes, sin la necesidad de usar las palabras "inventadas" por el hombre, lo que la haría una forma de comunicación mucho más arcaica y universal que la palabra o el significante.

No voy a ser demasiado profundo en un análisis así porque son temas que en ciertos ámbitos no es deseable tocar, mi intención es poder encender una pequeña luz de conciencia como para que el conocimiento pueda desarrollarse en múltiples direcciones y como seres humanos utilicemos la libertad que parece ser nuestro patrimonio: la de forjar nuestras propias ideas y creencias sin necesidad de adoptar a la fuerza la que nos impone la cultura o una escuela de pensamiento determinada, sea de psicología o de cualquier cosa. Puede que así y todo elijamos creer en todo lo que se nos dice, pero ya lo haremos bajo nuestra responsabilidad y decisión. Solo así podemos ser realmente libres.

Es bueno saber que no elegir, es también una forma de elección. Alguien ya está eligiendo por nosotros. Sería interesante reflexionar seriamente sobre qué lugar ocupamos en la historia de la humanidad, si solo somos transmisores de nuestra cultura o multiplicadores de ella. Tal vez podamos desarrollar un modo de explicarnos y explicar las cosas con menor ambigüedad y mentira, de lo que nos posibilita la palabra y las creaciones del lenguaje, que son usadas tanto para el bien como para el mal sin delatar sus verdaderas intenciones.

Lic. Alejandro Giosa



Del corresponsal en España: Lic. Gonzalo E. de Francisco

Del padre del psicoanálisis, Doctor Sigmund Freud (1856-1939), se conocen múltiples detalles de su vida pública, su quehacer científico y también múltiples cuestiones familiares como quien era su padre, quien era su madre, su esposa, sus hijos, su también famosa hija Anna, madre a mi modo de ver, de la más amplia descripción de los mecanismos de defensa en psicoanálisis. Pero todas estas cosas tienen que ver más que nada con la frialdad de la historia y muy pocos datos tenemos del Freud hombre, de sus ilusiones, de sus proyectos, de sus deseos, de su envidia. Y digo envidia, no por querer llamar a Freud de envidioso, sino porque es un sentimiento presente en todos los seres humanos, en mayor o menor medida.

En mis tertulias con el ya mencionado, en múltiples ocasiones, grupo de psicoanalistas y trabajadores de la salud, esta vez reunidos en Madrid, quise investigar respecto a facetas poco conocidas del padre del psicoanálisis. Mi propuesta era centrarnos en lo poco conocido o desconocido y desechar aquellas cosas que cualquier interesado en la biografía de Freud pudiese encontrar en un libro.

De esta manera han surgido datos que pueden ser muy interesantes y que humanizan al Dr. Freud, quitándole ese grado de idealización que tiene entre sus seguidores.

El que esto escribe, psicoanalista con kilómetros de diván, tanto como chófer como de pasajero, ha podido recopilar en exclusiva mundial para HEALTHIG News, los diferentes conceptos que a continuación siguen, algunos comprobables, otros, probables supuestos, pero por sobre todas las cosas, lógicos y creíbles...aunque otros no tanto, desprestigiantes, tal vez intencionados algunos.

  • La pregunta más frecuente de las personas, es porqué Freud usaba el diván: la versión más psicoanalítica nos indica que la persona en posición de reposo, sin poder ver al analista que se sitúa un poco por detrás de ésta, le permite al paciente hablar de sí mismo, sin percibir los gestos y la figura del interlocutor que podría de alguna manera influir distorsionando sus asociaciones. Pero por sobre todas las cosas le permite al paciente escucharse mucho mejor a sí mismo, un poco como si estableciese diálogo con su propia persona

  • Otra versión mucho más humanizada es que Freud tenía dificultades para soportar la mirada de las personas y de esta forma resolvía el hecho de evitar los ojos de sus pacientes

  • Una tercera opinión nos dice que efectivamente Freud evitaba mirar a las personas a la cara, debido a la vergüenza que tenía por un estrabismo por el que había padecido múltiples burlas de sus compañeros de colegio, habiendo quedado registrado en su inconsciente como una situación traumática sin resolver. Que el lector adhiera a la que más le apetezca.

  • Freud, si no hubiese sido famoso por ser el padre del psicoanálisis, hubiese sido famoso por ser el descubridor de la sinapsis de la neurona, como efectivamente sucedió.

  • Freud era sumamente competitivo y hasta un poco pedante, aspecto que podemos disculparle ampliamente pues esto era una característica del pueblo austríaco y alemán de la época, el sentimiento de superioridad. Pero nos resulta desagradable saber que Freud se vanagloriaba de poder mandar a sus hijos a los mejores colegios. Socialmente estuvo siempre segregado, para los comunistas era un burgués, para los burgueses era un judío.

  • Casi todos conocen el enfrentamiento que Freud mantuvo con su ex discípulo Carl Jung, terminando su relación con tupido cruce de puñetazos. Pero menos sabido es que el más aguerrido y oculto enfrentamiento fue contra el famoso psicoanalista Sandor Ferenczi, cuyas formulaciones teóricas respecto a la teoría de la seducción Freud consideraba inadmisibles, siendo, paradójicamente, que él tenía los mismos puntos de vista de Ferenczi. El Maestro confesó en una carta desconocida, que no disponía de valor suficiente para darlos a publicidad. Tal vez, quien más combatió las ideas de Ferenczi fue Freud. ¿Envidia tal vez?

  • Ferenczi queriendo devolverle el favor a Freud, sin querer pasó a transformarse en dudoso historiador, atribuyéndole a Freud referirse a sus pacientes en la intimidad como "gesindel" (gentuza), cosa que técnicamente esto es algo que Ferenczi dijo que Freud dijo. Toda una curiosidad de la cual no existe otra referencia, pero que los detractores de Freud utilizarán a discreción.
  • La comunidad psicoanalítica no se encuentra muy dispuesta a aceptar que Freud amaba el dinero, tal es así que parece ser que algunos investigadores norteamericanos tienen una carta de Freud, donde se refiere al dinero diciendo: "Para mí (el dinero) es como el gas hilarante que hace reír". Esta declaración del maestro que se pretende presentar como desprestigiante, puede terminar siendo un halago, pues también hay referencia que el maestro no padecía de la hipocresía de ocultar que trabajaba también por dinero.

  • Las mayorías de las referencias indican que Freud era sumamente educado y cortés en el trato con las personas.

  • Freud entendía, hablaba y escribía español casi perfectamente.

  • En contradicción con dudosas manifestaciones de sus detractores, hay pruebas periodísticas fehacientes donde se muestra sumamente humilde y hasta avergonzado, según sus propias palabras, por la fama que le atribuían.

  • El Maestro era un romántico, amaba las puestas de sol.

    Por sobre todas las cosas, Freud ha sido uno de esos pocos científicos que se ha criticado a sí mismo, ha criticado su obra, ha reconocido públicamente lo que él consideraba errores y no ha tenido ninguna duda en declararse oportunamente víctima de sus propios complejos.

    La información que aquí se proporciona, proviene en su mayoría de fuentes en apariencia confiables manifestadas por los profesionales colegas que juran originadas en investigaciones, reportajes, y hasta alguna grabación del mismo Freud, en el que se lo escucha hablando en alemán con gran dificultad debido al cáncer de paladar que padecía que le impedía articular adecuadamente las palabras. Me llamó la atención que la mencionada grabación, según me informaron, fue hecha en un "grabador de alambre" y no me atreví a preguntar de qué se trataba eso. Dejo este oscuro detalle técnico para que lo averigüe el lector, y si puede, nos diga de qué se trata.

  • Health I. G. News



    A veces, lo que parece ser una gran fe, es sólo un tremendo fanatismo...

    ¿En dónde se esconde la causa que hace que algunos hombres segreguen o maten a las personas que son diferentes a ellos? ¿Por qué una religión, creada originalmente para liberar al espíritu, produce fenómenos como el fundamentalismo?

    Nichiren Daishonin dice, en La Apertura de los Ojos, que un budista debería estudiar a Confucio, al Taoísmo y otras filosofías. Sin embargo hay una tendencia muy marcada a circunscribirse a los escritos propios de cada filosofía y a rechazar con premura cualquier otra forma de pensamiento.

    ¿Qué lleva a una persona a hablar de "enseñanzas heréticas"?

    En principio debemos aclarar que una "enseñanza herética" es aquella que contradice el principio mismo del que está sustentada. O sea que encierra, en sí misma, una irracionalidad.

    En el Sutra del Loto, el Buda dice que ninguna de las anteriores enseñanzas es falsa, ya que el Buda nunca miente. Las enseñanzas anteriores al Sutra del Loto son "provisionales" o "preparatorias"; lo cual está muy alejado de ser "herético".

    Sin embargo, muchas escuelas budistas tomaron parcialmente los sutras o revirtieron su significado; a esto llamamos enseñanzas heréticas.

    Podríamos simplificar diciendo que una enseñanza herética es aquella que nos aleja del objetivo que ella misma propone.

    La raíz de esta forma de transmitir es el interés propio, o el lograr algún beneficio relacionado con el poder.

    Pero, en cambio, la raíz del fanatismo sigue siendo el temor. Desde tiempos inmemoriales los hombres nos agrupamos en "comunidades de pertenencia". Primitivamente, en tribus o clanes. Luego en equipos deportivos, religiones, preferencia sexual o corporaciones.

    "Pertenecer" a un grupo brinda una ilusoria seguridad. "Dejar de pertenecer" a ese mismo grupo, provoca stress e inseguridad.

    Los grupos de pertenencia tienden a rechazar a los extraños (incluso a los nuevos integrantes) y a reaccionar severamente ante los otros grupos.

    Hay diversos grados de "xenofobia" en estos grupos, pero, en todos los casos, se genera una suerte de fanatismo irracional.

    Para mantener la coherencia y fuerza del grupo es "necesario" cerrar las fronteras a todo lo nuevo, incluso al pensamiento. Entonces lo transformamos en un grupo "fundamentalista".

    Pero, queda claro, que la motivación principal de este cierre es el temor y la inseguridad hacia la forma de pensamiento y acción que el grupo sustenta.

    Ahora, veamos, ¿Una GRAN FE, necesitaría de esta forma de proceder?

    No. Por lo tanto, el fanatismo se basa en el temor y en la ausencia de una Fe Verdadera.

    Los hombres deberíamos tener Fe en La Vida, no en las palabras o los hombres. Porque las palabras se tergiversan y los hombres nos equivocamos.

    Lo que me causa mucha "alerta" es la tendencia que tenemos a ser seguidores (en vez de sucesores)... y el rechazo que manifestamos por todo pensamiento que no esté "encuadrado" dentro del contexto aceptado generalmente (lo cual no significa que no sea un concepto de vida).

    Los grupos que se manifiestan de esta forma, se contraen, se corrompen y mueren. La mejor prueba de su falla es que las personas jóvenes e inteligentes se apartan de ellos. Con el tiempo, quedan habitados solamente por personas ideológicamente estrechas.

    Y estas personas, luego, tienen la tendencia a "buscar culpables" del fracaso ideológico del grupo, con lo cual se generan las "inquisiciones" y persecuciones ideológicas.

    ¿Cómo luchamos contra esta tendencia en nosotros mismos? Pues: observando. Observando nuestra propia reacción ante los pensamientos que no conocemos o las personas "nuevas". ¿Es de temor? ¿Es de rechazo? ¿O es de respeto y afecto?

    La sabiduría se basa en un profundo sentido del "asombro". Es decir, una apertura que hace que recibamos las ideas desconocidas casi con algarabía. Lo cual no quiere decir que renunciemos a las propias, sino que las enriquecemos con aportes que desconocíamos hasta entonces.

    Con el tiempo, quizás, descubramos que "no existen las ideas propias" y que no hay ninguna exclusividad de filosofía verdadera. Todo está comprendido en la Gran Ley, en el Cosmos.

    Hasta la verdad, siempre,

    Juan Carlos Laborde



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